«El humo de Satanás ha entrado en la Iglesia» declaró el Papa Pablo VI en los años 70, tras ver las consecuencias que el Concilio Vaticano II empezaba a tener. Un Concilio en el que la Iglesia firmó un pacto de supuesta no agresión con sus enemigos históricos: el sionismo, la masonería y el comunismo que, por supuesto, incumplieron el pacto de forma repetida. La consecuencia final de este pacto ha sido la llegada de Bergoglio al Vaticano, un Papa que está descristianizando Europa para abrirle las puertas al Islam y promoviendo el sincretismo religioso masónico (es decir, que todas las religiones abandonen sus esencias y la implantación de una religión universal que supere a todas las demás) y que en realidad es una trampa anticristiana ya que ni sionistas ni islamistas van a abandonar nunca su religión. En la práctica, sólo los cristianos están siendo inducidos a hacerlo. Y lo hacen con la colaboración de la Iglesia.

En la noche del 27 de septiembre, la televisión de la Iglesia Católica en España, la 13tv, entrevistó a la presidenta madrileña Cristina Cifuentes. Llueve sobre mojado, ya que no es la primera vez que la televisión de la Iglesia Católica entrevista a esta anticatólica dirigente. De hecho, 13tv se ha convertido en el brazo mediático del PP, un partido que defiende y promueve toda la ingeniería social masónica anticristiana y que, por supuesto, no ha tocado si una sola coma de las leyes masónicas aprobadas por el gobierno de Zapatero en sus dos legislaturas.

En su corto periodo de gobierno autonómico, Cifuentes ha aprobado una Ley de Transexualidad y una Ley Contra la LGTBfobia que incluye el adoctrinamiento obligatorio a los niños madrileños sobre «las diferentes orientaciones sexuales e identidades de género», tanto en colegios públicos como privados. Los obispos de Alcalá y Getafe hicieron pública una carta oponiéndose a las mismas por la que fueron denunciados por el Observatorio Español contra la LGTB, sólo por oponerse a la misma, acusándoles de promover un «discurso de odio», por lo que fueron obligados a ir a declarar a la Fiscalía Especializada en Delitos de Odio, un engendro dictatorial cuyo objetivo es silenciar y, si hace falta, encarcelar a todos los disidentes que se niegan a aceptar estas leyes masónicas. Estas «leyes de odio» fueron introducidas en el Código Penal en 1995 por el PSOE, presionado por la sionista Liga Antidifamación, pero fueron corregidas y radicalizadas aún más por el PP cuando Gallardón, otro títere del sionismo mundial, era Ministro de Justicia. En resumen, Cifuentes, del PP, aprueba una ley anticatólica. Los obispos (muy pocos) protestan y son denunciados como consecuencia de una ley aprobada por el PP. ¿y qué hace la televisión de la Iglesia Católica? promocionar al PP y a Cifuentes, justo aquellos precisamente culpables de la persecución contra obispos católicos ¿alguien lo entiende?¿con qué ánimos los obispos de Alcalá y Getafe van a luchar contra leyes que ellos consideran anticristianas cuando la televisión de su propia Iglesia les traiciona apoyando a sus rivales?

La labor social de la Iglesia no puede ser una coartada para justificar estos comportamientos. La Iglesia tiene que ser algo más que una ONG. Alguien dijo una vez que «no se puede servir a dos señores». Es lo que está haciendo la Iglesia, por desgracia. Promover a sus propios enemigos y favorecer la islamización de Europa. 

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