Enrique López
Montoro, el “vampiro de los impuestos”, el ministro que le pone cachondo subir impuestos, “amenaza” con una especial inspección de los llamados “alquileres turísticos” que se realicen fuera de los “cauces impositivos”.
Vamos que el abuelo que alquila su pisito en Benidorm a su vecino de toda la vida, o el matrimonio que hace lo mismo con un piso en Salamanca a unas estudiantes, se le puede caer el pelo y la cartera.
Dice “Montorito Bravo”, entre otras excusas, que estos alquileres “causan molestias a los vecinos”. Como si al Gobierno le preocupase el posible malestar de los administrados.
Por el contrario nada dicen, nada hacen, para terminar con algo que si molesta y mucho a los vecinos, que perturba gravemente la convivencia en las comunidades de vecinos, y que igualmente supone un fraude a Hacienda, con la agravante de que sirve para fomentar y favorecer la inmigración ilegal.
Me refiero, claro está, a los “pisos patera”. Pisos en los que se hacinan negros, moros, sudacas, gitanos rumanos y demás morralla invasora. Muchos almacenan igualmente las falsificaciones de cuyo trafico viven ilícitamente, con el consiguiente peligro en caso de incendio.
Si a alguien le molesta un turista como vecino temporal, imagínense lo que de verdad molesta una de estas tribus, como vecino permanente: suciedad, gritos, borracheras, trasiego de idas y venidas, consumo de drogas…Esto, sin embargo, no inquieta al “buen hombre” de Hacienda. Claro que al que debería inquietar mas es al “Mortadelo” de Interior, al imperturbable y tartamudeante, Sr. Fernández.
Más claro aún que, tratándose de problemas derivados y conexos con la inmigración INVASIVA, al Gobierno a este como a los otros – ni le preocupa ni le ocupa.
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