Hoy se cumplen 10 años de la puesta en escena en el que los pistoleros del sistema anunciaron el fin de su actividad terrorista.

Por entonces gobernaba JL Rodríguez Zapatero, el mismo que, tras su derrota electoral, continuó su personal misión en Hispanoamérica, que no era otra que negociar con los países bolivarianos el asentamiento de los pistoleros de la banda armada que huyeron de España.

Al supuesto fin de la actividad armada de la banda marxista-leninista ETA le precedió un espectáculo macabro en la entrega de armas, una de tantas, también retransmitida por los medios de comunicación y en el que tuvo un protagonista un verificador internacional llamado Ram Manikkaligam que, más tarde, se demostró que era un «agente» escogido por el separatismo y que ni siquiera comprobó alguno de los 8 zulos que la banda terrorista ETA señaló.

Desde entonces y hasta ahora, en España se ha continuado con las políticas de cesión en materia de derechos penitenciarios hacia los presos asesinos, se han normalizado los homenajes a miembros ETARRAS, se han institucionalizado leyes en defensa de los detenidos abertzales, dando por buena la versión de que hubo torturas hacia los asesinos y además, se han financiado series y películas que igualan verdugos con víctimas. En definitiva, se ha claudicado ante una banda que sembró el terror, pero que también benefició a una clase política que ante la opinión pública se mantenía unida contra ETA, pero que por detrás alimentaba todo un cáncer que corroía la nación española con sus políticas separatistas.

Todo acompañado, de forma torticera y silenciosa, por un carpetazo hacia las investigaciones de los más de 300 asesinatos todavía sin esclarecer y que yo mismo solicité que se reabrieran en sede parlamentaria en 2019 en declaraciones en el Parlamento Europeo.

Pedro Chaparro en declaraciones ante el Parlamento Europeo en 2019. Chaparro fue altavoz de las víctimas de ETA quien exigió que la UE reabriera los asesinatos sin resolver de ETA.

Pedro Chaparro en declaraciones ante el Parlamento Europeo en 2019. Chaparro fue altavoz de las víctimas de ETA quien exigió que la UE reabriera los asesinatos sin resolver de la banda terrorista.

El fin de la actividad armada no ha supuesto el fin de la actividad terrorista, puesto que la ETA sociológica no sólo permanece en la región vasca , sino que se la financia en todo el país de la mano de la ultra izquierda anti española,  amparado por un sistema que ha consentido la entrada de BILDU y otras organizaciones pro Etarras que están en las instituciones.

Desde Democracia Nacional ni olvidamos ni perdonamos, y vamos a seguir combatiendo al separatismo y la corrupción del Régimen del 78.

Pedro Chaparro Velacoracho

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