S.E.R. Mons. Luis Argüello García, Presidente de la Conferencia Episcopal Española:

Soy católico practicante y español, de 34 años de edad. Le escribo la presente carta, con motivo de la extrema gravedad de cierta acción que la CEE ha llevado a cabo recientemente. Me refiero a su apoyo explícito a la propuesta política para regularizar a 500.000 inmigrantes ilegales, los cuales han ocupado España en los últimos años.

Por un lado, esta iniciativa que ustedes apoyan representa el “blanqueamiento” de la entrada y ocupación ilegal de una nación ajena (cuando se produce a escala masiva, esto es una invasión), deslegitima por completo la Ley, el Estado de Derecho, anula por completo el sentido y funcionalidad de las fronteras, consecuentemente privando a las naciones de su derecho a la legítima defensa militar ante una invasión extranjera (que es lo que se está produciendo ahora)… invalida incluso el mismo concepto de nación, el derecho de los pueblos y etnias a poseer su propio territorio, heredado de sus antepasados. ¿Ha pensado en algún momento en esto?

Por otro lado, y aún peor, esto representa su apoyo rotundo y sin concesiones, al gran reemplazo demográfico que está sufriendo España, como el resto de Europa (todos los que frecuentamos las calles de nuestras ciudades desde hace muchos años, somos perfectamente conscientes de esta realidad, y no la ponemos en duda, como sí hacen los grandes medios de comunicación, comprados por la élite financiera y política internacional). Este reemplazo consiste en la sustitución progresiva de las poblaciones autóctonas europeas, por poblaciones alógenas, sumándole el encubierto intento (muy descarado en la publicidad y medios audiovisuales) de que nuestras mujeres se relacionen y se casen con los millones de jóvenes africanos solteros que llegan sin parar a nuestro país, sumándole aquí en España el proceso de mestizaje a gran escala con pueblos americanos, que tampoco paran de llegar. ¿Acaso la Iglesia no ha defendido a lo largo de toda su historia, el derecho de los pueblos a defenderse, a defender su tierra, el derecho de los pueblos a sobrevivir? ¿En qué momento se ha sustituido eso, por el deseo de que desaparezcan las naciones mediante una mezcla masiva de pueblos y razas, en un mundo sin fronteras? ¿Cuándo ha dicho Jesucristo algo de eso?… Conozco bien los intentos de manipulación de algunas citas de las Santas Escrituras, llevados a cabo por algunos, para tratar de justificar este proyecto diabólico de destrucción de los pueblos europeos. Pues eso mismo es lo que ustedes están defendiendo, junto a Cáritas, y ONGs de extrema izquierda.

Monseñor Luis Argüello

La cifra de 500.000 inmigrantes representa un número mayor de población del que actualmente tienen provincias como Teruel, Soria o Palencia, para que se pueda hacer una idea de su volumen. Además, su legalización representaría un efecto llamada de dimensiones titánicas. En algunos años, llegarían varios millones más de ellos. ¿También querrán legalizarlos? Además, no pueden simplemente mirar hacia otro lado e ignorar el bajísimo índice de natalidad del pueblo español, es decir, de hombres y mujeres españoles entre sí. Si esto sucede, España dejará de ser la patria del pueblo español, para siempre. Pues el pueblo español será sobrepasado por otras etnias, en su propia tierra, diluído en una mezcla aniquiladora. Si ustedes se salen con la suya, España morirá. Están firmando la sentencia de muerte de España.

A todo esto hay que sumarle que ustedes están colaborando activamente en la nueva islamización de España. Están atacando frontalmente el legado histórico que heredamos de nuestros antepasados de siglos atrás, están escupiendo sobre las tumbas de todos aquellos antepasados nuestros que murieron en batallas durante la Reconquista, para que España fuese cristiana y no musulmana. Están despreciando la memoria de los mártires hispanos asesinados por musulmanes, facilitando que aquel horror vuelva a España de nuevo.

¿Pero ustedes se dan cuenta de la locura que están haciendo? Más allá de sus frases buenistas, simplonas y progres, ¿En algún momento han pensado en las consecuencias de sus decisiones? ¿En qué momento la jerarquía eclesial católica ha perdido por completo el norte? ¿En qué momento han dejado de servir a Cristo y han abandonado la Santa Doctrina Católica, para convertirse en una ONG de extrema izquierda al servicio de los intereses de la élite financiera, política y mediática internacional? ¿Al servicio de la Sinagoga de Satanás?

Son muchísimos los católicos españoles que piensan como yo. Probablemente, muchísimos más de los que usted se imagina. No me cabe duda de que somos muchísimos los católicos que vamos a retirar la X de la casilla de la Iglesia Católica, en la Declaración de la Renta. Porque amamos España, y no vamos a darle ni un céntimo a aquellos que pretenden destruirla. Somos muchísimos los católicos patriotas españoles, que siempre nos hemos opuesto a los enemigos de nuestra amada España… Por eso ahora, lamentablemente nos toca oponernos a la CEE y a Cáritas.

Pues ustedes, al apoyar esta medida, son de facto enemigos de España. Ustedes están perdiendo los escasos apoyos que todavía tienen entre los laicos españoles… Y la izquierda, independientemente de lo que ustedes hagan, les continuará insultando y despreciando, como siempre han hecho y siempre harán.

Todavía está a tiempo de reflexionar. Todavía pueden cambiar. De lo contrario, pienso que perderán una gran parte de los apoyos que aún tienen. Pues no debe olvidar que…

… los católicos patriotas jamás abandonaremos a nuestra patria. Como Don Pelayo en Covadonga, año 722, frente al obispo D. Oppas…

Torcuato Medulio