Durante las últimas y recientes crisis económicas, los efectos de la desaceleración producida por el Sars CoV 2 se ensaña con la juvventud española. España vuelve a encabezar el ranking europeo del desempleo juvenil, un logro tristemente recurrente que explicita la crudeza de la situación: el 41,7% de los jóvenes españoles no tienen trabajo.

Estadística Eurostat

Estadística Eurostat

Así queda reflejado en Twitter en sus redes sociales de las instituciones europeas. Un tweet rápidamente viralizado por lo doloroso para el país, que se ubica lejísimos de la media de la eurozona -17%- y por detrás de países históricamente golpeados por la precariedad o por la pandemia, como Grecia -37,5%- o Italia -31,1%-.

Enlace de Twitter: https://twitter.com/EU_Social/status/1301528270693900288

Por otra parte hay otros países menos afectados, ya que sólo el 5,7% de los jóvenes alemanes se encuentran actualmente en situación de desempleo. Otros países presentan una tasa por debajo del 10%: República Checa, Malta, Polonia y sorprendentemente Bulgaria, país habitual de emigrantes.

Enlace de la noticia: https://www.elindependiente.com/economia/2020/09/04/paro-juvenil-el-ranking-de-la-verguenza-para-espana/

Nota de DN: Una cifra de desempleo que suele ser habitualmente más baja debido al empleo estival, pero si esta cifra es de un 41,7 % en pleno mes de julio, no queremos pensar cuál será la cifra del mes de octubre de este nefasto año 2020. Esta «Pandemia de Laboratorio» ha agigantando los problemas laborales que viene sufriendo España durante los últimos 40 años. Vimos en los años 80 cómo desmantelaban nuestra industria nacional y cómo vendían a precio de saldo al capital francés, alemán y norteamericano, muchas empresas que solo necesitaban algo de liquidez que se le negaba tanto por la banca nacional como extranjera.

Vimos en los 90 el inicio de las oleadas migratorias masivas y una «Terciarización» de nuestro mercado laboral, teniendo como estrella el sector de la construcción, que fomentó una falsa bonanza económica basada en actividad especulativa que claudicó con el estallido de la burbuja inmobiliaria y la crisis mundial de 2008. La minería ya es un empleo en extinción, y la agricultura y la ganadería, con la entrada en la UE y el libre comercio, han de vivir gracias a la PAC, pero los tratados comerciales de la UE con terceros países han provocado una situación insostenible para estos sectores, donde antes de la «pandemia» vimos intensas protestas con duras cargas policiales como sucedió en Don Benito (Badajoz).

¿Y ahora? Pues podemos decir que la «pandemia» se está llevando por delante la hostelería, el turismo y el ocio diurno/nocturno. ¿Qué nos queda ya para vivir? Mientras tanto, la inmigración descontrolada no para de ascender, empujados por el efecto llamada de la renta básica, ¿qué más tiene que soportar un país que está a las puertas de la bancarrota?

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