El pasado día 25 de julio, como cada día 25 de cada mes, tuvo lugar en el Hospital de San Pablo de Barcelona la marcha por la vida en el que se atraviesa la Avenida Gaudí hasta la Sagrada Familia rezando el Santo Rosario.
Antes de empezar la marcha, una persona claramente necesitada de ayuda mental, se dedicó a hacer el trabajo sucio a los enemigos del padre. Debajo de la cruz de Cristo que se lleva en pie hasta la Sagrada Familia colocó un cartel que rezaba «No queremos al Padre Custodio» y que fue rasgado por los asistentes. También repartió un panfleto firmado, al que hemos borrado la firma por caridad cristiana, muy crítico con el Padre Custodio. Ese mismo elemento hizo alarde de que «el cardenal le hizo caso». Parece ser que habría enviado un escrito con un puñado de firmas a Omella, que resultó en el año sabático forzoso impuesto al Padre Custodio.
El Padre Custodio denunció antes los asistentes y los vecinos que en el Hospital de San Pablo, en el que participa el obispado catalán, se realizan abortos. Estuvieron pidiendo una auditoria del hospital a los obispos que fue ignorada, por lo que nos podemos imaginar qué es lo que se cuece dentro de este recinto histórico. Los intervinientes también recordaron los 300 niños asesinados al día en España en el vientre materno.
Desde muchas ventanas se podían escuchar a energúmenos con muy mal aspecto proferir insultos y amenazas contra los católicos durante la marcha y el rosario. En especial cabe destacar los inmuebles ocupados a unos guarros okupas que se han atrincherado en un inmueble entre la Avenida Gaudí y la calle Industria y a los que la morsa de Colau se niega a sacar.
Al acabar la marcha se despidió de este movimiento y pidió que siguiera adelante sin él y comentó que, aunque le ofrecieron ir a Jerusalén a estudiar teología, él estará al cuidado de su madre durante el próximo año.
C.D.
Una vergüenza que la curia tenga hospitales abortistas y no pase nada.
Su correo no esta disponble, no recido en EU, deseo enviarle una carta. Gracias.