Se ha organizado una fuerte polémica en le región de Murcia ante la exigencia del partido VOX a sus socios del PP y Ciudadanos de introducir el PIN parental en el sistema educativo para poder apoyar los presupuestos regionales.

El PIN parental es el modo que tienen los padres de evitar que sus hijos sean adoctrinados en el sistema educativo a través de charlas impartidas por ideólogos de género, feministas radicales o militantes LGTB. Estas charlas tienen un componente ideológico y moral muy fuerte y a través de las cuales se pretende influir en el pensamiento de los estudiantes implantándoles una determinada moral afectivo-sexual o forzándoles a aceptar “formar alternativas de familias”, algo que va en contra de los artículos 16 y 27 de la Constitución, una Constitución que nosotros no defendemos, pero que al menos en esos puntos deja muy claro que la formación religiosa y moral de los niños corresponde a sus padres, no al Estado masónico que nos gobierna.

Por supuesto, tanto el gobierno del PSOE como todos los militantes de género, feministas y LGTB han puesto el grito en el cielo, pues ven peligrar su hegemonía ideológica y, más importante aún, sus chiringuitos económicos, pues haciendo obligatoria la asistencia de los niños a estas charlas es como justifican las subvenciones y, por lo tanto, su modo de vida.

Pero lo realmente importante es que está en juego el alma y el cerebro de la población, especialmente los jóvenes, pues el dinero, si no les llega del actual Estado masónico, les llegará de los George Soros y de los Goldman Sachs de turno. Pretenden estos ingenieros sociales seguir lavando el cerebro a generaciones enteras como vienen haciendo desde hace décadas a través de su control del sistema educativo, de las productoras televisivas, del cine, de las editoriales de libros o de las discográficas. Todo gracias a la derecha que, como siempre, es la coartada del sistema para que la gente crea que hay pluralidad de opiniones, cuando en realidad vamos directos a una dictadura de pensamiento único izquierdista-globalista impuesta desde la UE y la ONU, que amenaza con multar, e incluso encarcelar, a todos los disidentes del sistema a través de sus aberrantes “leyes contra el odio”.

Es extraño que un partido liberal y ultra-progre como Ciudadanos haya aceptado esta propuesta, al igual que el PP que, en la comunidad de Madrid gobernada en su día por Cristina Cifuentes, llegó a multar a los colegios que se negaban a aplicar esta repugnante agenda que se dedica a animar a los niños a tener relaciones sexuales a edades cada vez más tempranas o a “experimentar” la homosexualidad con sus amigos y compañeros, y a promover auténticas barbaridades como el plan Skolae en Navarra, rozando la corrupción de menores y la promoción de la pedofilia. Mucho se quejaban estos ingenieros sociales masónicos de la influencia de la Iglesia católica en la educación y de la necesidad de expulsarla de la misma. Lo que no decían es que la querían expulsar…para meterse ellos en su lugar.

En Democracia Nacional felicitamos al gobierno murciano por esta decisión y esperamos que sea extendida a toda España, como paso previo a que todos estos ingenieros sociales de almas sean expulsados de todo nuestro sistema educativo y de la vida social de España entera.

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