Tras la muerte del ciudadano americano de raza negra, George Floyd, se ha desatado una ola de violencia y delincuencia racial por todo el país, a pesar de que no hay ninguna evidencia de que el policía al que se acusa de la muerte de Floyd (delincuente con antecedentes, con problemas previos de salud y que según la autopsia había consumido drogas) actuara con motivación racial alguna.

Pero daba igual, el incidente era la excusa perfecta para que la alianza antifas-delincuentes afroamericanos saliera a la calle a destrozar barrios, quemar edificios y saquear comercios a gran escala. Algo que no es nuevo, pues se repite cada pocos años en Estados Unidos, siempre con la complicidad de los medios de comunicación izquierdistas de Estados Unidos y de Europa y, en este caso, dadas las circunstancias y a seis meses de las elecciones americanas, todo indica que hay una mano negra detrás de los disturbios que busca desestabilizar la presidencia de Donald Trump.

Unos medios de comunicación y un sistema educativo que, como en Europa, llevan décadas promoviendo el odio y el racismo anti-blanco y un sentimiento de odio y de revancha en las llamadas «minorías étnicas» contra la mayoría blanca del país, lo que se ha traducido en estos disturbios en una auténtica «caza al blanco» en el que manadas de delincuentes negros saquean y agreden a ciudadanos blancos con total impunidad, cuando las propias estadísticas indican que la mayoría de personas de raza negra son asesinadas por otras personas de raza negra, que la violencia interracial de los negros contra los blancos es mucho mayor que a la inversa y que la mayoría de las víctimas de abuso policial son de raza blanca.

El multiculturalismo es una pesadilla, y muy especialmente para aquellos de ciudadanos de origen europeo que, si ahora, siendo aún la mayoría de la población, ha de soportar estos disturbios, ya podemos imaginar lo que nos pasará cuando los africanos y los musulmanes sean la mayoría de la población, ya que ese es el plan de la mayoría de las élites de USA y de Europa.

¿Puede ocurrir en España lo que está pasando en Estados Unidos? sin duda, la cuestión es cuándo ocurrirá, pues aquí se dan las mismas condiciones de propaganda multicultural y fronteras abiertas que se da en Estados Unidos. En países como Francia o Inglaterra (que nos llevan 20-30 años de adelanto) ya son habituales también este tipo de disturbios, como también es habitual la presencia de criminales antifascistas actuando coordinados con los violentos inmigrantes. Esperemos que de verdad Trump cumpla su promesa de declarar a esta gentuza antifa como «organización terrorista» pues eso es exactamente lo que son.

VIOLENCIA INTERRACIAL

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