Enrique López
Desconozco si la “historia” es real, el “fondo” de la misma es perfectamente real. Como me la contaron yo la cuento. Al menos tiene su miga y es simpática.
Un conocido abogado de la órbita “podemita” fue a una prestigiosa universidad a dar una charla a los estudiantes de derecho.
Subscribió, de entrada, el exabrupto de la Carmena, que “solo tenían que estar en prisión el SEIS % de los que actualmente lo están”. Luego siguió con aquello de la reinserción, de la sociedad como “culpable” de los crímenes, del “buen inmigrante” y demás mantras entre lo gili y lo progre de salón.
En el turno de preguntas posterior los alumnos preguntaron.
Uno indago sobre “que castigo merece un violador reincidente”.
La respuesta, rauda: “La culpa no es del violador, sino de la sociedad que coarta su libertad sexual”.
Otro pregunto “¿Por qué hay tantos inmigrantes violentos y criminales”?.
Contundente respuesta: Los migrantes vienen buscando una sociedad solidaria con su «riqueza», al sentirse rechazados, no les queda mas remedio que tomarse lo suyo, la culpa es de la sociedad, que no les cede sus casas y bienes, evidentemente.
Preguntas y respuestas todas ellas por el mismo estilo se sucedieron por espacio de mas de una hora. Los estudiantes cada vez más sorprendidos y el “podemita” cada vez mas crecido.
De pronto, un bedel abrió la puerta del salón y pregunto:
-¿De quién es el «Ferrari» rojo aparcado ante la puerta?
El “podemita” respondió que suyo, si es que acaso estaba mal aparcado.
El bedel, compungido, respondió: ¡Qué va! Es que ha pasado una “banda latina” y se lo han quemado.
Por una vez el “podemita” perdió los papeles. Estallando en una serie de improperios apenas inteligibles. Si se le entendió bien “! Putas bandas de sudacas de mierda, tenían que fusilarlos a todos. Asco de escoria de inmigrantes dcriminales….”.
Tuvieron que llamar al SAMUR, que se llevo, al conferenciante, en estado comatoso. Igualmente fueron asistidos numerosos estudiantes por ataques de risa y mandíbulas desencajadas.
Tal como me lo contaron yo lo cuento.
Deja tu comentario