La noticia, como siempre que hay inmigrantes de por medio, se dio incompleta en la inmensa mayoría de los, llamados, medios de información, ocultando el origen del, en esta ocasión, doble asesino.
Se informo de que en la, otrora, tranquila ciudad de Valladolid, una mujer y su actual pareja, ambos españoles habían sido brutalmente asesinados en su domicilio, por el antiguo amante de la mujer y padre de su hija.
Lo que se omitió fue que el salvaje crimen lo cometio un inmigrante marroquí.
Como tantas veces ocurre en los casos de violencia familiar, doméstica o como quiera llamarse, el asesino es un inmigrante y la victima una española, o unos españoles como en esta caso.
Los «chequistas» de la información, las «machorras» femi-rojas, los «estudiosos» de la violencia, como siempre, ocultando que detrás de muchos crímenes domésticos se encuentra un «foráneo».
Hoy Valladolid esta, doblemente, de luto. Seguro que la noticia no tiene el «recorrido» que tendría de haber sido el autor de la matanza un español, o, «mejor» aun: de haber sido las victimas inmigrantes y el asesino nacional.
A esta pareja muerta no le lloraran las Ana-Roja Quintana ni Gusana Gris, ni el grapo Ibarra hablara de «odiosa violencia» ni se acusara a la Policía de falta de previsión-la pareja había denunciado horas antes al asesino-.
Es lo «normal» cuando los muertos son españoles y el asesino es moro…
Malditos sean esos «Mass Mierda» de desinformación