El bipartidismo liberal-democrático tenía vía libre. Como siempre, los poderes mundiales aprovecharon el momento de la transición política, en el que siempre se produce una etapa temporal de confusión colectiva, para implantar los cambios económicos, culturales y políticos que más favorecen sus intereses. Confusión que ellos aumentan creando crisis económicas artificiales e, incluso, atentados terroristas de falsa bandera. El nuevo sistema se diseña en Washington. Juan Carlos y Suárez son dos títeres en manos de Norteamérica y, cuando el desastroso Suárez pretende ir por libre, es fulminado de inmediato por el Rey. 

Desde Estados Unidos, con la ayuda de Francia y Alemania, se decide potenciar a un partido de centro-derecha y, sobre todo, a uno de centro-izquierda. Para este último caso se eligió al nuevo PSOE de Felipe González. En 1974 se organiza una reunión en Suresnes (Francia) para dar luz verde a dicho partido. Además, una lluvia de millones empiezan a llegar a la UCD y al PSOE. El dinero lo canalizaba la CIA a través de fundaciones alemanas. En cambio, a las opciones políticas de derechas o de izquierdas que no aceptaban la nueva situación se les denegaba el dinero. Incluso, para desprestigiarlas de cara a la sociedad, se llevaron a cabo una serie de atentados que se atribuían de manera indistinta a la extrema derecha y a la extrema izquierda, con la intención de empujar a la población a apoyar a opciones «moderadas» pro-americanas. Una repetición de la Red Gladio.

ETA volvió a favorecer al nuevo Régimen. Como agradecimiento por su participación en el asesinato de Carrero, el Régimen-78 decretó una amnistía masiva para los etarras encarcelados durante el Régimen Nacional. Además, la Constitución del Régimen (un texto cuyos supuestos ponentes recibieron medio escrito ya desde el exterior) abría la puerta a una descentralización masiva de competencias hacia las regiones, legalizaba a los partidos separatistas, permitía la fusión vasco-navarra e incluso permitía a ambas regiones (demandadas por ETA) privilegios económicos en forma de conciertos. La contrapartida de ETA fue asesinar a gran escala a altos mandos militares formados durante el Régimen Nacional (algunos incluso habían luchado durante la Guerra Civil) y que eran vistos por el Nuevo Orden Mundial como un obstáculo, ya que esos militares jamás habrían aceptado que España llegara al nivel de putrefacción y de entreguismo al que ha llegado en la actualidad. El resto de militares Nacionalistas que no fueron asesinados por ETA fueron purgados tras el auto-golpe de Estado del 23-F.

Si la Constitución permitía vaciar al Estado Nacional por debajo a través del traspaso de todo tipo de competencias hacia las autonomías, también permitía la entrega por arriba de nuestra soberanía a todo tipo de instituciones internacional-globalistas, a través de los artículos 93 y 96. Desde entonces, todo tipo de competencias en materia económica, monetaria, cultural o militar, han sido traspasadas a la UE, OMC, OTAN, UNESCO, etc. Las cesiones del PSOE (o mejor dicho, los favores que había que devolver) a Francia y Alemania para que España entrara en la UE fueron enormes: destrucción de nuestra agricultura, pesca e industria, destrucción de nuestra energía nuclear, destrucción de nuestro ejército, destrucción de nuestro sistema educativo…la gradual destrucción de nuestra economía productiva hizo que fuera sustituida por la economía especulativa basada en la construcción, cuya consecuencia final fue la burbuja inmobiliaria que nos ha traído a la actual crisis

Entregamos la capacidad del Estado para imprimir su propia moneda al BCE (una sucursal de Goldman Sachs) pero a la banca privada se le permitió seguir con el privilegio de seguir creando dinero de la nada. Al mismo tiempo, instituciones antiguas que siempre habían funcionado sin problemas financiando a agricultores y pequeños empresarios, como las Cajas de Ahorros, fueron liberadas en 1985 del control por parte del Banco de España y entregadas a los caciques autonómicos, junto a las competencias en materia de vivienda. El resultado está a la vista: esos caciques apartaron a las Cajas de su función social y las metieron de lleno en la burbuja especulativo-inmobiliaria y financiando disparatados macro-proyectos innecesarios. Como consecuencia, las Cajas fueron arruinadas por políticos sin escrúpulos y corruptos. Ahora, las sanean con dinero de todos para ser luego entregadas a la banca privada.

Nuestra destrucción económica fue paralela a nuestra destrucción cultural y demográfica. Una gigantesca operación de guerra psicológica fue lanzada contra la población española, especialmente contra la juventud. Debido al baby-boom promovido por el Régimen Nacional, oleadas de niños y de jóvenes llenaban las calles, los colegios y los institutos de toda España (todos 100% españoles, sin inmigrantes) Aquella masa juvenil, si hubiera tenido las ideas sociales y nacionales adecuadas, hubiera supuesto un grave problema. Había que evitarlo. Para eso, todo tipo de absurdas modas ideológicas, estéticas, tribus urbanas y musicales empezaron a llegar a España desde los medios de comunicación anglo-sionistas. La droga empieza a aparecer en masa en los grandes núcleos de población. El marxismo cultural de la Escuela de Franckfurt, que ya había conquistado a los Estados Unidos y a Europa Occidental durante los años 60 (España resistió entonces) entró en tromba en nuestro país a partir de la Transición. El auto-odio en los medios de comunicación y en el sistema educativo, el feminismo radical, el aborto y el sexo libre, todo tipo de ideologías anti-familia y anti-maternidad, la llamada «movida» de los años 80…se van extendiendo como una plaga por toda España.