Y quien dice Madrid, dice España.

Noche dramática en Madrid. Las bandas sudamericanas desatadas, envalentonadas, impunes. Sí, terriblemente impunes. Laxitud judicial y permisividad gubernativa.

¿Sin laxitud se puede entender que unos mamarrachos dominicanos puedan linchar a 14 policías locales, detengan tan solo a seis de la horda y, el juezarra de turno, solamente ordene el ingreso en prisión de UNO de los cafres?.

¿Sin estar envalentonadas se puede explicar que dos o tres bandas de sudacas se reten en plena puerta del Sol para enfrentarse, ocasionando la muerte de uno de ellos?.

Esto no viene de ayer. Recuerdo un caso “sonado” en Vallecas, en abril de hace cuatro años, donde en un rifirrafe “selvático-caribeño”, mataron a uno de ellos. Entonces hubo diez detenidos, ¡de entre doce y dieciocho años!, con pistolas trucadas y machetes. Los salvajes: cinco dominicanos, el resto ecuatorianos, peruanos y hasta un rumano.

Hoy barrios enteros de nuestras ciudades son “banlieus” tomados por inmigrantes, convertidos en guetos por nacionalidades, irrespirables para los españoles, que en su pobreza, no pueden escapar de allí.

Tampoco esta explosión de violencia ocupará/preocupará a la “castuza”. ¡Que va! Al contrario: rebuznaran los “podemitas” y sociatas su apoyo a los invasores, los “peperos” callarán y no harán nada, como han demostrado en su cuatrienio de mayoría absoluta.

Seguro que en los cuatro años pasados desde el asesinato de Vallecas, decenas de miles de sudacas han sido beneficiarios del pasaporte español. Así va España: en lugar de expulsiones masivas, nacionalizaciones masivas de falsos españoles, de “españoles de papel” y carne de cárcel y de paro eterno.

Los medios del sistema silenciarán la noticia, tergiversarán los hechos y apelarán a la “calma” y a no legislar en caliente. En “frio” tampoco.

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