Enrique López

Enrique López

López Aguilar fue el ministro que alumbro la arbitraria, injusta, discriminatoria y anti legal ley llamada de “Violencia de Género”, fruto de la calenturienta y degenerada mente de un tal Zapatero.

Una ley que discrimina a la mitad de la población de España, que criminaliza  conductas que en cualquier país civilizado no lo son, que convierte en delito una acción del hombre sobre la mujer, cuando a la inversa no merece ni tan siquiera el mas mínimo reproche penal.

Una ley infame que permite que una mujer, por los motivos mas variopintos, banales, interesados o por simple venganza, denuncie a cualquier conocido, la “cheka policial” que lleva estas denuncias detiene por el mero hecho de la denuncia, sin indagar si hay o a habido relación sentimental o legal entre la denunciante y el denunciado, que permita aplicar, “sensu estricto”, esta ley inicua y contraria a cualquier fundamento de Derecho.

Solo la terrible politización y reparto partidista que existe en el Tribunal PROS-Titucional, dio vía libre a la constitucionalidad del engendro zapateriano.

Ahora vemos como hasta su muñidor ministerial se ve denunciado al amparo de la injusta ley que el defendió e hizo aprobar, con el voto, no lo olvidemos, de los del P.P.

Si bien hay una gran diferencia. Cualquier denunciado al amparo de este atraco legal se pasa, como mínimo, 48 horas en un infecto calabozo a la espera de que un tio con puñétas decida su futuro. Luego vendrá en juicio, el gasto en abogados, el trauma de haber pasado hasta 3  días entre delincuentes, tendrá que demostrar, el denunciado, que es inocente, pues en esta jurisdicción  de excepción, es el acusado quien debe demostrar la inocencia, no la denunciante la culpabilidad del reo.

Por el contrario el tal sujeto, López Aguilar, no ha pisado las ergástulas de la “stasi del genero”, no ha sido vejado y esposado, ni ha tenido que presentarse, como un criminal peligroso, ante el tio de las puñetas de guardia.

No. Este privilegiado denunciado usa, no se con qué razón, los salones del Congreso de los Diputados, para dar sus ruedas de prensa y sus intervenciones ante los medios televisivos, concediéndole horas y horas de  defensa gratuita y de justificación.

Nadie le ha linchado en los medios como se hace cada vez que algún españolito de a pie es acusado de infringir esta, no me cansare de repetirlo, infame ley.

No solo infame, sino ineficaz. La mayoría de los asesinatos habidos en el ámbito intra familiar no habían venido precedidos  de denuncia, por el contrario muchas denuncias terminan, después de haber hundido al acusado, archivadas o en absolución por la pobreza de la carga probatoria.

Eso si poquísimos jueces osan sentenciar que la denuncia era falsa, abriendo con ello el camino a revertir las tornas. Cuando esto a ocurrido la acusadora falsa ni siquiera a sido procesada.

Así están las Leyes en España, sus jueces, sus políticos y los afectados de todos los anteriores.