Desde hace años no veía esos programas del gato que echan por la noche en algunas cadenas muy piadosas y católicas, pero desde que nuestros compañeros colgaron en la web de DN el extracto en el que aparecía un condenado de Blanquerna no he parado de ir al retrete en todo el día. Por cierto, ¿alguien ha visto algún gato? En en esas cloacas nunca veo ninguno.

Resulta que el presentador, Gonzalo Bans, le dice al entrevistado que no ve bien que llevando las manos en los bolsillos le fuera a caer la misma pena que a los demás. Claro, es que por irrumpir en ese acto de provocación y dar un par de voces y mostrar banderas ya se justifican cuatro años de cárcel. La condena es injusta sólo si entras con las manos en los bolsillos.

Me pregunto dónde tendrá este figura de presentador el enchufe para haber llegado ahí. Ya me diréis dónde podrían fichar a un muermo como ese para salir en televisión sin que haya mamoneo. En todo caso, en cuanto aspecto, el programa ha mejorado algo porque antes tenían de presentador a Javier Algarra, quien calificó a Jose Sánchez (Josep Sánchez-Llibre para los amigos) de «héroe de Blanquerna». Bien es cierto que el listón estético no estaba muy alto.

Por su parte, el presentador de El Cencerro (o cascabel, o como se llame eso) decía que la acción de Blanquerna no es justificable cuando estuvo la madre de Pedro Chaparro. Vamos a ver Antonio Jiménez. Léete un poco la Biblia, y sobretodo esto: «Así que, porque eres tibio, ni frío ni caliente, ¡Yo te vomitaré de mi boca!». Otro contertulio dice del caso Blanquera: «Ese acto no tiene justificación alguna. Este acto es contra la libertad de las personas». Le faltó decir: de la libertad de las personas de mofarse 
públicamente de España.

Cambiando de tema, respecto a la paliza a la niña de la pulsera rojigualda, dicen los contertulios que «los fascistas son los que agredieron a la chica». Un dicho chino reza que cuando las palabras pierden su significado la gente deja de entenderse. En fin, qué le vamos a hacer. Y mirad lo que dijo el devoto Jaime González del ABC: «Cualquier ejercicio de violencia es condenable». Entonces es condenable el derecho a la legítima defensa, ¿verdad? Cuando Dios destruyó Sodoma y Gomorra también es condenable. Cuando Cristo desmontó el chiringuito a los mercaderes del templo, ¿también? ¿Y que los cuerpos de seguridad vayan armados en vez de llevar florecitas? Este es el nivel intelectual de esta raza de víboras. Lo peor es que una población de borregos va asumiendo de manera orweliana que el derecho a la legítima defensa es ilícito incluso en términos morales.

Hemos mencionado ya a gatos y borregos, pero antes de acabar no nos olvidemos de otro animal: el abejorro. Ya sabéis que los abejorros no van a la ratonera, sino al colmenar.

Ni Almanzor, ni Napoleón y ni siquiera la Pérfida Albión pudieron acabar con España y lo van a hacer unos señoritos burgueses que van a cachondearse en plena capital cuando tuvo lugar la culminación del lavado de cerebro en Cataluña durante el Régimen del 78: una cadena ¿humana? a lo largo de toda la costa catalana.

A mí lo único que me deja tranquilo es saber la que les va caer cuando se tengan que presentar delante del Señor para explicar por qué fueron colaboradores necesarios del hundimiento de España y de la degeneración moral de la sociedad. Sí, sí, colaboradores necesarios. Son los que han convertido a media España patriota en liberaluchos, el sueño de la masonería internacional. Ya ha habido dos guerras civiles en los últimos dos siglos. Parece que van a por la tercera.

A.C.

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Sánchez Llibre intentando agredir a los 14 patriotas de Blanquerna