La Plataforma Esenciales (formada por varios chiringuitos pro-inmigracionistas) ha presentando una ILP (Iniciativa Legislativa Popular) para pedir una regularización masiva de todos los inmigrantes ilegales que hay en España. La cifra de regularizados podría alcanzar el medio millón que, según la Plataforma, viven (y la mayoría de ellos trabajan) en España. Por lo visto, ya tendrían el apoyo de todos los partidos de izquierda del Congreso y ¡sorpresa! de los ultra-progres, antirracistas y enemigos de los vascos del PNV, reconvertidos en “racistas, nazis y etnicistas” en la realidad paralela de los liberales y de los bobos derechoides que hay en España, cuando justamente el PNV ha apoyado absolutamente todas las regularizaciones masivas y todas las modificaciones en materia de Extranjera que han favorecido la entrada de millones de inmigrantes hacia España, incluida la región vasca.

Justamente, estamos convencidos de que los liberales apoyarán también la regularización, al igual que las patronales de empresarios, que están totalmente enloquecidas pidiendo importar más y más mano de obra extranjera porque, según ellos, no encuentran trabajadores en un país con más de 3 millones de parados, 10 millones de inmigrantes y al que solo en 2023 llegaron casi 600.000 inmigrantes. Caso aparte es el de la desnortada (y ya perdida para la causa) Iglesia Católica, que ya ha apoyado la regularización a través del presidente de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello.

Nos llama la atención que los demandantes digan que la mayoría de estos ilegales ya están trabajando ¿cómo es posible que esto ocurra, si están en situación irregular? además, ya existe la figura de regularización por arraigo laboral, si de verdad están trabajando ya podrían legalizarse, algo que viene ocurriendo desde hace muchos años en España, donde asistimos a una regularización encubierta continua a través de las distintas figuras de arraigo que existen.

Como siempre, se pone como justificación que todos estos inmigrantes, una vez regularizados, podrán cotizar y pagar impuestos y así contribuir a las arcas públicas, afirmación falsa como ya vienen demostrando cada vez más estudios en otros países europeos, donde han llegado a la conclusión de que la única inmigración rentable es la de inmigrantes cualificados de otros países europeos, mientras que la que llega desde países del tercer mundo, de ínfima cualificación y que en el mejor de los casos trabajarán cobrando el SMI (y en el peor en negro o directamente no trabajarán) al final de su vida, cuestan más dinero del que aportan. Por no hablar del doble efecto llamada que provocan este tipo de regularizaciones, pues el inmigrante legalizado ya puede traerse a toda su familia a España y millones de nuevos ilegales pueden animarse a venir si saben que tarde o temprano serán legalizados.

Pero es que ni siquiera esa es la cuestión. Lo importante es qué España queremos dentro de veinte, treinta o cincuenta años, y muchos nos negamos a tener una España multicultural donde los españoles auténticos sean una minoría y extranjeros en su propia tierra. Incluso aunque fuera verdad que vinieran a aportar económicamente tampoco los queremos si eso supone perder la cultura y las tradiciones españolas y que la población ibero-hispano-romana autóctona se acabe extinguiendo y sea reemplazada por poblaciones de otros continentes. Y si alguien se cree que ese proceso va a ser pacífico para las futuras generaciones de españoles, es que no tiene ni idea. No queremos esa España para nuestros descendientes. Si hemos de ser más pobres pero a cambio seguimos siendo España, un país civilizado y tranquilo del primer mundo, sea, no hay ningún problema. Nuestra supervivencia como pueblo es mil veces más importante que las locuras endófobas de la izquierda y que los beneficios empresariales de las patronales capitalistas.

Solo queda una cosa por hacer con los inmigrantes ilegales: expulsarlos. Entraron ilegalmente y deben ser sancionados por ello. No podemos exigirles a los nacionales que cumplan las leyes si no se las hacemos cumplir también a los de fuera. Y nos da igual si están trabajando o no. No se trata solo de una cuestión económica.

¡No a esta regularización de inmigrantes! Por la expulsión de todos los ilegales ¡ya!