Y a los contertulios de Intereconomía que niegan el más que compadreo ETA-PNV.
Hola a todos. Me he decidido a escribir esta carta, por la indignación que me produce la situación política actual, que lejos de mejorar, parece ir cada día a peor. Concretamente me centraré en el desafío separatista, que es el que desde niño, con más intensidad me ha tocado vivir.
Nací en la localidad guipuzcoana de Mondragón hace 36 años y hasta los 3 años viví en Antzuola, a pocos kilómetros, para finalmente trasladarme junto con mi familia a Urretxu, también en Guipúzcoa, donde viví hasta los 26 años, momento en el cual tuve que exiliarme, dejando atrás casa, amigos, familia, pueblo y recuerdos, debido a la persecución política, varios intentos de atentado, amenazas terroristas, constantes juicios y para liberar a mi familia de esa carga y presión insoportables.
Me gustaría contar como llegué a todo esto y lo quiero compartir públicamente para que quien lea esto tenga al menos una visión diferente de lo que el Sistema y sus medios han vendido como bueno, manipulando torticeramente la verdad para tapar vergüenzas. Todo esto que les cuento es absolutamente cierto y a quienes nombro lo saben y saben que puedo demostrarlo.
Fui criado en una familia humilde y trabajadora sin ningún tipo de vinculación ni interés en la política. Acostumbrados a “callar sobre estos temas”. Algo muy normal en la Guipúzcoa profunda. Desde niño me crié viendo manifestaciones violentas y a escuchar “términos” que no comprendía. ¡Policía asesina! ¡Gora ETA militarra! ¡Txakurrak kanpora! (Perros fuera), ¡Puta España! Todo ello con unas caras desencajadas del odio que infundía terror en el resto de la gente que agachaba sumisamente la cabeza.
Yo era muy curioso y preguntaba a mi familia, en el barrio, en el colegio…¿Y eso porque es? ¿Por qué hacen eso? ¿La policía persigue a los malos, no? ¿A los que matan?
-¡¡Calla!! ¡No digas mas esas cosas, no vayan a oírte! ¿Quieres buscarnos un problema? De eso no tienes que hablar ¿Entiendes? Era la respuesta de mis allegados.
En la calle era peor: ¿Tú no serás un facha, no? O sus burlas “Jajaja un español”
Por mi naturaleza siempre protesté contra aquello, ganándome las primeras enemistades. Los abusos no me gustaban y plantaba cara. Un niño no comprendía bien aquella lucha desigual.
Continuamente llegaban noticias de atentados terroristas, muertos, familias rotas, funerales y a mi alrededor gente que lo celebraba con chistes y risotadas ante el silencio atronador de la mayoría. Siempre las paredes repletas de pintadas con propaganda etarra. Miedo a hablar de aquello en la mayoría y esa actitud prepotente de aquellos a los que se conocía como «los de HB». Eran intocables, los amos. Una sociedad totalmente dividida hasta el punto en que había bares y fiestas solo para ellos y el resto ni osaba rechistar. El gobierno vasco era del PNV y el de España el PSOE de Felipe González. Un tándem siniestro.
Ya entonces yo sentía un fuerte sentimiento español pues devoraba libros sobre nuestra historia gloriosa, y crecía en mi un cada vez mayor rechazo hacia aquellos que «ponían bombas». Sus caras de odio me hacían ver a las claras cual era mi bando.
Con 15 años, con las hormonas alteradas y ese punto de inconsciencia propio de la edad, tras ver varios reportajes sobre cabezas rapadas, descubrí que había gente como yo. Eran fuertes, valientes, patriotas y plantaban cara. Los etarras los odiaban, así que debían ser los buenos. Yo era uno de ellos. Rapé mi cabeza, compre botas y cazadora militar y puse orgulloso la bandera de España sobre mi hombro, luciéndola con orgullo. Eso supuso un cambio brutal. La gente me miraba alucinada. Un loco para unos y un objetivo a batir para otros. Comenzó la «caza al facha”. Me buscaban, insultaban y agredían. Siempre me defendí con honor ante aquellos cobardes que atacaban en grupo a un menor siendo siempre de mucha más edad. Algunos de ellos resultaron heridos, siempre con las manos limpias y eso subió el nivel. Se llegaron a poner huchas en las herricotabernas donde la gente echaba el dinero que se llevaría quien me diese caza. Era una locura. Una caza sin cuartel aunque yo seguía dando la cara. ¿Y que decían el resto, los que no eran batasunos? “Es normal que le busquen, va provocando con la bandera de España” Aprendí que a los cobardes les molesta mucho que alguien dé la cara, pues les deja en evidencia.
Tras sus agresiones siempre me denunciaban. Es su estrategia, como la del resto de la ultraizquierda violenta de España. Juicios de locos. Un menor con 15 o 16 años contra hombres hechos y derechos y en grupo.
En una de estos episodios me atacaron dos elementos de 21 y 23 años que eran de Jarrai. Sufrieron lesiones importantes al defenderme y me pedían prisión. Debido a ese y otros juicios y a los disgustos familiares que generaban aquellos hechos, me ví obligado a vivir un año exiliado en Andalucía. Volví para el servicio militar. Ya hecho un hombre y con las ideas aun más claras. Seguí dando la cara igual pero los incidentes fueron ya brutales. Portadas de periódicos y la comidilla de toda la zona. ¡De los atentados contra mi persona se seguía sin hablar! Conocí a Democracia Nacional y me afilié. Leía mucho y conocí gente increíble en aquellos años. Algunos vascos más se unieron a la lucha.
Teníamos juicios todos los meses durante años. El 1 de octubre del 2000 un amigo y yo sufrimos un ataque de los borrokas muy duro, 5 personas que nos atacaron sin mediar palabra y tras ellos, unos 50 venían para rematarnos. Nos defendimos con coraje, bravura y honor. Resultamos heridos pero aquellos primeros 5 mucho más. Fueron operados de urgencia con lesiones importantes. El nivel de tensión era ya máximo. Herri Batasuna convocó una multitudinaria manifestación que se celebró en Urretxu tras una pancarta que rezaba. CONTRA LAS AGRESIONES FASCISTAS JORGE KANPORA (Fuera).Pedían mi cabeza, la cárcel y el destierro. Todos los partidos excepto el PP, se sumaron a la petición de destierro. Me veía expulsado de «Euskadi» y en una cárcel “española”. Poco importaba si me había defendido de un atentado. Era su plan B, tan cobarde como el A. Desde aquí mi agradecimiento personal a Ruben Múgica por ofrecerse voluntario a llevar mi defensa, a pesar de las diferencias ideológicas (PSOE) consiguiendo que evitara la cárcel. ¡Mil gracias!
Pero las alimañas no estaban conformes. Un día recibí una llamada de la Policía Nacional de San Sebastián para que me personara. Era para comunicarme que en los papeles incautados al jefe del aparato militar en Francia, Ibon Fernández de Iradi, alias Susper, había información elaborada sobre mí en la que se me señalaba como objetivo de ETA.
-Chaval, van a por ti.
-Lo sé, ya tomo medidas de seguridad ¿Que harán ustedes ahora?
El jefe que dirigía aquello me dijo que si seguía en ese partido, Democracia Nacional, no me pondrían escolta. Si te haces del PP o del PSOE te la pondrán seguro: “Pareces listo, no te compliques o te mataran”
Salí indignado dejando constancia de mi posición. ¡Yo no traiciono mis ideales! Seguiré en DN!! Me dije a mí mismo.
Imaginen a partir de aquí mi situación familiar, social, laboral a partir de entonces, el trabajo, las amistades…es difícil convivir allí con alguien que debe mirar debajo del coche a diario y mil ojos por si se acerca un pistolero a traición. Una familia humilde con hermanos pequeños, llamadas amenazantes a casa, pintadas con tu nombre dentro de una diana…Seguía el PNV en el gobierno vasco, ya con el PP en Madrid. No teníamos libertad. Anécdotas miles, peleas cientos, más de 50 juicios…
Les contaré una que define muy bien qué tipo de gentuza nos ha gobernado. El 29 de agosto de 2000 ETA mata de 14 disparos (6 de ellos por la espalda) a Manuel Indiano, concejal del PP en Zumarraga. Lo asesinan en la tienda de golosinas que regenta frente a un colegio. Su mujer embarazada de 7 meses (actualmente exiliada junto a su hija en Andalucía).Imaginen el cuadro. En el ayuntamiento el paripé de siempre con una condena con la boca pequeña. Allí varios batasunos amenazaron a los que condenaban el atentado y a la viuda reventando el pleno mientras lanzaban vivas a ETA. Uno de los que dirigía esta acción era Peio Galvez, (en prisión por pertenencia a ETA y portavoz del Partido Comunista de las Tierras Vascas).Bien, esta misma alimaña vez intentó agredirme sin mediar palabra en plena la calle. Me defendí con varias bofetadas sonoras que le hicieron huir pidiendo auxilio a voces a una patrulla de la Ertzantza. Me denunció y se celebró el juicio en Bergara. Herri Batasuna convocó una manifestación anunciada en Gara y una huelga de estudiantes para acudir a protestar contra el «fascista». Llegaron a ofrecer pinchos y cerveza gratis a quien acudiese. Con sus televisiones locales presentes y todo esa turba gritando ¡ETA mátalo! La justicia me condenó a pagar 150€ a este excremento humano, mientras todos por las ventanas del juzgado veían la escena. ¿Hubo detenidos entre ellos? No, el gobierno vasco del PNV siempre protege a «los chicos de la gasolina» como los denominase Arzalluz.
Aquel atentado de Indiano trajo consigo más anécdotas que convienen recordar. Se organizó una manifestación de los «demócratas». El PP trajo a su gente en autobuses de fuera del pueblo. En un momento se apreció una discusión entre los presentes. Eran los del PNV, PSOE, EA e IU por un lado y los del PP por otro. El motivo era la pancarta que se sacaría. El PP una contra ETA y con las víctimas y la otra parte la rechazaba por considerarla politizada. Querían una de esas ambiguas «Por la paz». Todos se marcharon en manifestación por un lado y los del PP se quedaron tirados y solos en mitad de la plaza sin conocer el pueblo. Me acerqué presentándome como de Democracia Nacional a Santiago Abascal y otros de sus juventudes. Yo portaba una camiseta con la bandera de España en grande y se vio su sorpresa. Les ofrecí que nuestro grupo (unas 20 personas) les ayudaría a manifestarnos en la otra dirección y a portar la pancarta. Así lo hicimos portando rojigualdas y sin protagonismo personal en pro de una causa justa. Bien por el PNV y demás de nuevo. ¡¡Que basuras!!.
Ahora si me dirijo a usted señor Anasagasti porque efectivamente ustedes han dado cobertura legal a ETA y su entorno, cuando no les han amparado o compartido estrategia conjunta: Plan Ibarretxe, Lizarra, ilegalización de Batasuna, etc… Porque su policía, la Ertzantza jamás ha hecho nada señalable contra el terrorismo, más allá de la pose de «enfrentar» alguna manifestación de la kale borroka. Ustedes pasaran a la historia como el partido que traicionó a las Vascogadas. Los que la entregaron a los asesinos mientras «recogíais las nueces». Sois los culpables de que 200.000 vascos hayamos tenido que abandonar nuestra tierra humillados, en una auténtica limpieza étnica antiespañola. Pero sí, no solo ustedes. Nada de esto hubiese sido posible sin la complicidad del PSOE, IU, PP y el Rey, que eran los que supuestamente deberían haberlo evitado protegiendo a su pueblo.
Y no diga que esto lo dicen en «Madrid». Se lo dice un vasco. Un guipuzcoano que vio por primera vez la luz en el mismo pueblo donde se torturó a Ortega Lara, mientras hoy, gracias a las leyes traidoras que ustedes crean, su torturador pasea tomando vinos sin haber cumplido su pena. Usted y los suyos son los responsables políticos señor Anasagasti. Y al decir suyos incluiré a todos esos tertulianos felones al servicio del amo por unas monedas que el otro día en el gato al agua negaban la evidencia, insultando a Pedro Pablo Peña cuando dijo una verdad indiscutible. Insultaron a placer en un todos contra uno. Qué gran ejemplo de «La intolerancia de los tolerantes». Como vasco orgulloso y parafraseando a Unamuno, doblemente español, seguiré desde Andalucía, Albacete, La Coruña o Urretxu, defendiendo a España y su libertad. Seguiré señor Anasagasti en Democracia Nacional, ilusionado por el proyecto de La España en Marcha junto con otros partidos hermanos. Y tengan claro algo, separatistas antiespañoles de diverso pelaje. No nos rendiremos jamás y vamos a plantaros cara. Cada vez más gente se nos suma y esto ya es imparable.
Aclarar que no busco con esto ningún reconocimiento personal, pues no somos como vosotros, figurantes de postín. Que se sepa también que el PP en vascongadas no tiene presencia física en la calle ni valor para tenerla, ni intención siquiera. Solo los patriotas de verdad podemos cambiar esta situación. Nos insultareis, encarcelareis e inventareis mil historias para no dormir acerca de nosotros, pero vuestro cuento toca su fin.
Señor Anasagasti, más de 800 muertos y ustedes no han hecho más que beneficiarse. Carguen con ello en su conciencia que nosotros les pediremos responsabilidades algún día.
Al resto de patriotas y a los que nos observan aun a cierta distancia, mucho ánimo. La razón está de nuestra parte y corre por nuestras venas el orgullo de la sangre española que siempre ha salido adelante de las peores dificultades asombrando al mundo. La historia nos observa y con la ayuda de Dios y nuestro empeño conseguiremos la victoria una vez más. Nos vemos en la primera fila. ¡¡Adelante por España!!
Esto ya lo conocia de conversaciones con personas que han vivido codas semejantes. Fortuitamente hace tiempo me confesó una empresaria que habia salido huyendo, una noche, porque se jugaba la vida.
Han ganado los malos. Esto es una vergüenza.
Desconocía la «extrema derecha». Los medios no os dan ninguna cobertura, eso os deja en mucha inferioridad. Soy catalán, de habla catalana, pero ahora que os he estudiado bastante bien debo decir que estoy muy de acuerdo en muchas de las cosas que decís. De hecho, estoy muchísimo más de acuerdo con vuestro mensaje en general que con el de partidos de centro, izquierdas, catalanistas o demás. Además, tu patriotismo no es bananero, tu amas España por cultura, eres culto, estudiado, no como la mayoría de defensores de ciertas libertades, que hablan desde la más pura ignorancia.
No debió ser fácil para ti. Olé tus huevos. Ahora toca actuar con inteligencia, la cabeza es mucho más efectiva que las manos. Conseguid que se os escuche, porque como dice Canduela en varios sitios, en la calle la gente cree en vuestro mensaje, pero le asusta el término «extrema derecha». Actuad con inteligencia y suberéis, no lo dudéis.
Un abrazo, seguiré vuestro movimiento.