Ante la decisión de Bélgica de no extraditar a Valtonyc a España

Un tribunal belga acaba de decidir que Bélgica no tiene que extraditar al rapero de ultraizquierda Valtonyc a España. Valtonyc, recordemos, fue condenado en España pero huyó a Bélgica, donde está desde entonces, sin que nadie sepa exactamente quién le está pagando todos los gastos en aquel país.

La decisión es un nuevo insulto (otro más) de nuestros supuestos «socios europeos», esos mismos con los que, se supone, «estamos construyendo Europa», pero que, al mismo tiempo, no pierden la ocasión de apuñalar a España por la espalda, ya sea con tratados comerciales económicos nefastos para España, ya sea apoyando a nuestro enemigo marroquí, ya sea negándose a apoyarnos en la lucha contra la inmigración ilegal o apoyando a delincuentes huidos como Puigdemont o Valtonyc.

Especialmente sangrante es el caso de Puidgemont que, después de dar un golpe de Estado, se exilió a Bruselas (capital de la UE y de la OTAN) con el visto bueno discreto del gobierno español, donde ahora es euro-parlamentario, dedicándose a pasear por toda Europa, sin que ninguno de nuestros «amigos europeos» mueva un solo dedo por ayudarnos.

Bélgica tiene una larga tradición de acoger a masones, separatistas y terroristas (etarras incluidos) anti-españoles, por lo que no es extraño que estos dos personajes estén escondidos allí. Y como siempre, toda la ultraizquierda y la izquierda «moderada» han salido cerrando filas en apoyo a este sujeto despreciable de Valtonyc, con la eterna excusa de que «cantar y criticar a la monarquía no es delito» cuando el grueso de su condena es por la abierta apología del terrorismo y de la violencia de sus letras, un auténtico clásico desde hace décadas en los grupos de música de extrema izquierda, que en sus letras y en su propaganda se dedican a hacer constantes llamamientos explícitos a la violencia y al asesinato de sus opositores ideológicos, algo que les salió gratis durante demasiado tiempo. Recordemos que este tipejo de Valtonyc llegó a pedir a sus seguidores «que mataran a un puto guardia civil».

Pero nada, gracias a la impresentable justicia belga seguirá dándose la gran vida en Bruselas. Es urgente que España salga de esta basura de UE cuanto antes. No podemos aguantar más humillaciones como esta.