El olor de la mierda propia apenas nos molesta, mientras que resulta insoportable la de los demás.

Acabamos de ver la atrofia odorífica que ha sufrido el PSO-E cuando se entero de que el Presidente de la Diputación provincial de Valencia y una amplia pandilla, era “presuntamente” tan corrupta y más rápida que los del PP (estos son corruptos, los otros son presuntos a pesar de haber sido detenidos). ¡Faltaría más! Rápidamente el portavoz de los socialistas valencianos echo mano de protocolo dando su plena confianza por la honradez de los detenidos. Nadie sabía nada de lo que ya se sabía desde hace tiempo en todos los medios, e incluso un 60 por ciento de los empadronados en España. Eso de los cien años de honradez y ¡ni uno más! Si lo sabia un ministro dirigente valenciano, la mierda no despide aromas de abalorios y ha tenido que admitir que sí, que era estiércol, pero esperaba que el estiércol cuando se seca apenas molesta. Sobre todo el propio. Por eso los socialistas nunca han arrugado la nariz. Sus olores putrefactos no provienen de la corrupción, son aromas de cambio de sitio del dinero público. Por eso se han unido los de Podemos-compromis. No les importa recibir dinero de la tiranía de Venezuela.

Tampoco notaron nada los secesionistas catalanes con la corrupción generalizada del 3 o 5 por ciento, o el latrocinio del cacique Pujol y su tribu, nada aquí nadie sabía nada. Por no hablar de la caca mezclada con sangre, la de los asesinos de ETA. Que no olían los del PNV por tener anestesiada la nariz, para recoger las nueces que caían de los nogales.

Desde el 30 de Mayo la pestilencia se ha extendido. Valencia-Alicante-Cataluña-Asturias sindical-Andalucía más y más. Todos estos partidos son los que votaron a favor de la moción de censura porque no aguantaban el olor que percibían procedente de las corrupciones del PP, aguantan mejor en el pesebre la fetidez que procede de las habitaciones propias y solo cuando la pestilencia es tan alta y ven en la sociedad gestos de malestar, solo entonces, admiten el mal olor y le indican al autor de la caca que se vaya a otro sitio. No a corromperse, eso no, que es de los nuestros. Sino a cambiar el dinero de sitio.

Ahora sique estamos viendo cada día, que el olor de nuestras corruptas heces puede ser llevadero, mientras que es insufrible si procede de los demás. Por eso han convertido la democracia en una mierda…

Máximo de la Peña Bermejo

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