Las aparentes buenas cifras macro-económicas hacen que el discurso gubernamental siga igual: la crisis se ha terminado y la recuperación y el empleo son mayores que nunca. Ahora bien, supongamos que cualquiera de nosotros tuviera un negocio con problemas y para recuperarse empieza a pedir préstamos a un banco. Supongamos que, como consecuencia, eso le produce unos beneficios mensuales de mil euros, pero a costa de endeudarse en siete mil ¿diríamos que esa persona se está recuperando o que va camino del desastre económico?
Pues eso es lo que está pasando hoy en día en toda España. Toda la recuperación es una mentira, ya que está basada, además de en bajos salarios y en empleos cada vez más precarios, en un dinero que nos han prestado de fuera y que vamos a tener que devolver con intereses. Una deuda provocada por las mismas élites que nos están engañando de nuevo. Nos engañaron creando un modelo productivo basado en la construcción y en la inmigración que se ha mostrado desastroso a largo plazo. Nos engañaron culpándonos de la crisis a nosotros, a la población. Nos dijeron que vivíamos por encima de nuestras posibilidades, que nuestros sueldos eran demasiado altos y que teníamos demasiadas prestaciones sociales, y que eso había traído la crisis. No les importó que los datos no apoyaran ninguna de esas acusaciones, ya que cobramos uno de los sueldos más bajos de Europa y tenemos prestaciones mucho menores que los países del centro y norte de Europa. Y lo de vivir por encima de sus posibilidades, los únicos que lo han hecho han sido los de los EREs, la familia Pujol, Rodrigo Rato, Díaz Ferrán, Fabra, Bárcenas, los grandes constructores que viven de la obra pública (que pagamos nosotros), los de las tarjetas black y muchos más estafadores como ellos. No contentos con provocar la crisis, aún tienen el descaro de culparnos a los demás por la misma.
Son los mismos que, para inflar la burbuja inmobiliaria, trajeron a más de siete millones de inmigrantes. Sin duda, sería injusto culpar a este colectivo de la crisis, ya que ellos también la sufren, pero lo que está claro es que en un contexto de paro hay trabajos y prestaciones sociales que deberían a ir a la población española y que no lo hacen porque hay un exceso de población foránea que es la que se los está llevando. Especialmente conflictivas son dos de estas comunidades. La china, porque debido a su competencia desleal están perjudicando gravemente al trabajador y al pequeño comerciante nacional, y la islámica, cada vez más radical y numerosa. Pero todos los partidos miran hacia otro lado.
Todos, incluidos las dos últimas creaciones del Régimen-78: Podemos y a Ciudadanos, dos casos evidentes de partidos aupados de manera artificial por los poderes fácticos de dentro y fuera de España, con el objetivo de canalizar todo el descontento popular y evitar que vaya a opciones políticas no controladas y, también, para ir preparando un nuevo bipartidismo, en el caso de que el viejo, formado por el PP y el PSOE, se venga abajo como consecuencia de la crisis. Bipartidismo en el que, al igual que hoy, la Derecha sería una mera comparsa ante el auge izquierdista-separatista. No hay recuperación real. Si la hubiera, el gobierno no habría vaciado la hucha para pagar las pensiones en un 40% (mientras incluye en la sanidad pública a 900.000 inmigrantes ilegales). Y los que quedan por llegar, ya que la UE acaba de anunciar que no tiene ninguna intención de devolver a sus países a los inmigrantes que entran ilegalmente por el sur. No sólo eso, sino que va a repartir por toda Europa hasta a 60.000 demandantes de asilo. Si la economía nacional estuviera funcionando no habría aumentado la deuda externa a más del 130% del PIB, deuda impagable que nos va a convertir durante generaciones en esclavos de la banca internacional. La deuda privada externa provocó la última crisis en España. La deuda pública externa provocará la próxima.
En cuanto el BCE deje de prestarnos dinero o simplemente suba los tipos de interés ya podemos prepararnos. Y acabará pasando tarde o temprano.
Así es, por otro lado tanto el BCE, como el FMI y el Banco mundial están sustentados por los bancos de la Reserva Federal Americana(La FED), que es quien controla el sistema financiero internacional. Es fácil deducir quien está esclavizando al pueblo español(Y a la mayor parte del planeta) con los intereses de la deuda.
No puede haber recuperación económica, el PIB apenas puede crecer puesto que no hay un modelo de crecimiento económico que haga crecer la economía, el único que podría hacerlo es el sector industrial, pero precisamente la industria en España está prácticamente desmantelada en un proceso que comenzó hace poco más de tres décadas por orden de la C.E.E.(Actual U.E.) habiendo covertido a España en un país con una economía de servicios, prácticamente tercermundista. La única solución que puede ser viable es recuperar la soberanía tanto política como financiero-monetaria, capacidad de decisión propia, pero ello es inviable mientras este país esté dirigido desde Bruselas.
Por otro lado la deuda como es obvio no para de crecer, este país tal como informa el texto del artículo se mantiene a base de acumular deuda pública y pedir dinero prestado a los mismos bancos que han originado esta crisis, dicha deuda no se puede reducir puesto que la economía no crece por las razones anteriormente expuestas, todo lo contrario, cada vez cuesta más pagar los intereses de la deuda, así que no cuneten más mentiras, la realidad es lo que se palpa en la calle día a día.
Ya se pueden ustedes imaginar lo que nos espera en un futuro no muy lejano.
Como ex-director financiero he visto como se han desarrollado las finanzas a pequeña y mediana escala ; algo que comenzó con los tecnócratas del Opus Dei allá por los años 60.
Mientras hubo control político real sobre el mercado y todo se hacia en clave nacional , nada peligraba y los intereses foráneos estaban bien atados.
Pero el «amigo americano» (al que recibimos con alegría y luego nos metió las bombas atómicas de Palomares)nos vendió la moto .
El complejo de la clase política de la transicion, y la eclosion del modelo de Sillicon Valley(basado en la tecnología ) han hecho el resto. Todo empieza a descuadrarse.
Y se impone el modelo protestante y judio de la valía del soberano individuo al que la comunidad no le va. Solo le va el consumo. Y no piensa más allá .
Qué modelo nos ofrece esta globalización( que la gran mayoría ve hasta ventajosa porque «flipa con los smartphones»).
Competimos empresarialmente defendiendo al poco tejido productivo español en sus peleas comerciales o nos enfrentamos de plano a este modelo y señalamos a las élites vendidas y corruptas inherentes al capitalismo ?
Punto medio, siempre; pero firme.
Recordemos que las empresas del Ibex están comprando también medio mundo. Los salarios en el sector tecnológico vuelven a subir y los contratos vuelven a ser normales. Y no es de oídas .
Denunciemos de la globalización su afán de fagocitar y homogeneizar todo lo que toca, sobretodo a la baja . Pero reconozcamos también sus ventajas. De reacción médica entre otras.
Reivindiquemos el derecho a ser heterogéneos , No dejemos que las decisiones de las grandes corporaciones mediaticen nuestro bienestar patrio, y juntémonos hasta con los rusos para contenerlos, pero competir va tener que hacerse. Eso de la autarquía es imposible y algo del pasado. Reivindicar de nuevo el «mare nostrum» podría valer. Juntarnos con nuestros hermanos mediterráneos
Se acabó el que en España solo se parían hijos para ser funcionarios( curas y soldados) y pequeños negociantes.
Necesitamos élites emergentes valientes e inteligentes , con amplitud de miras. Eso hay que conseguirlo sin perder el tren.
Pronto se llegara a Marte, no lo olvidemos.
La ventana del mundo se abre y la gente se escapa por ahí ; no por ello hay que renunciar a ser español.
Si acaso ser menos toro y mas águila . tenemos que aprender a competir sin diluirnos . Saber decir si y decir no. Compatibilizar cultura y profesionalización en este nuevo marco. No creo haga falta partir de cero.