Estos días va a tener lugar en Interalpen-Hotel Tyrol, en los Alpes austriacos, la reunión anual del Club Bilderberg. Da la sensación de que la reunión del G7, tan nombrada en todos los medios de comunicación, es una cortina de humo para ocultar la reunión Bilderberg, la realmente importante y que, a buen seguro, recibirá mucha menos cobertura mediática.

En la reunión suelen participar unas 130-150 personas, todas ellas pertenecientes a la gran banca internacional, a las grandes multinacionales y a la alta política, en especial del mundo “occidental”. Entrecomillamos la palabra “occidental” porque uno de los objetivos de este grupo es la destrucción de Occidente, como luego veremos. De esas 130-150 personas, una pequeña parte es el núcleo duro que asiste a todas las reuniones, mientras que el resto son invitados ocasionales que van a recibir órdenes y el visto bueno del núcleo duro.

Muchas definiciones ha recibido este Club: “gobierno mundial en la sombra” es una de ellas, y se aproxima bastante, pero hemos de tener cuidado con ciertos desinformadores del mundo de las “conspiraciones” como Daniel Estulín o Alex Jones. Para ellos, el objetivo de Bilderberg es implantar “el imperio mundial fascista”. Además, este Club tendría alguna connotación nazi, por sus medidas eugenésicas de reducción de la población y porque uno de sus patrocinadores fue el príncipe Bernardo de Holanda, supuesto simpatizante nazi que en 1954 asistió a la primera reunión del Club.

Ahora bien, el Club se creó en 1954 por los vencedores de la Segunda Guerra Mundial ¿qué interés podían tener esos vencedores en imponer al mundo justamente la ideología del vencido? Es absurdo ¿eugenesia? Desde luego que buscan reducir la población, pero de momento la única población que están exterminando es la población blanca occidental. A través de un proceso de ingeniería social a gran escala han hundido la natalidad europea al punto de que en muy pocas generaciones dicha población sencillamente desaparecerá del mapa. Curiosos “nazis” estos Bilderberg, que se dedican a inundar los países blancos occidentales de inmigración africana, asiática y sudamericana. Curiosos “nazis” que defienden al Estado de Israel. Curiosos “nazis” que permiten que personas de origen judío, como Rockefeller o Kissinger, sean los capos del grupo.

Entonces, desinformadores aparte, ¿cuál es el fin último de este Club? Implantar en el planeta la Globalización Sionista: un plan cuyo objetivo es la destrucción de los Estados Nacionales para poder pasar todo el poder económico-financiero a un pequeño grupo privado de bancos y multinacionales controladas por el sionismo internacional. Privatizar la creación de dinero (esto ya se ha conseguido en Estados Unidos y en Europa) para tener endeudados y sometidos a los Estados, privatizar los recursos naturales, en especial minerales, agua o hidrocarburos. “La estructura que debe desaparecer es la Nación” comentó una vez el banquero sionista James Warburg. Es lógico, un Estado Nacional fuerte nunca permitirá que su dinero sea imprimido por extranjeros y tampoco que sus recursos naturales sean controlados por manos externas. Además, puede decidir poner ciertos aranceles, lo que destruye la estrategia del capitalista internacional, que busca producir en un país al precio más barato posible y vender luego en otro país al precio más caro

felipe cebrian

Felipe González (PSOE) y Juan Luis Cebrián (PRISA), dos de los principales hombres de Bilderberg en España.

Para conseguirlo, esta élite sionista crea grupos privados de poder en la órbita de la masonería internacional (Bilderberg, Trilateral, Club de Roma…) donde contratan a todo tipo de “gentiles” renegados y traidores para que les ayuden con sus planes. Para poder llevar a cabo esta “internacionalización” del planeta, llevan décadas promoviendo una ingeniería social a gran escala a través de dos ideologías: el marxismo cultural y el liberalismo económico. Dos caras de la misma moneda. El término “marxismo cultural” puede llevar a error, ya que en realidad es capitalismo cultural. Son todas las ideologías que promueve el capitalismo internacional para transformar de manera gradual a personas, familias y naciones enteras para llevarlas a la Globalización: anti-racismo, multi-culturalismo, “progresismo”, aborto, nuevas formas de familia, matrimonio homosexual, drogas, sexo libre, anti-nacionalismo, anti-cristianismo…en resumen, un individuo apátrida, degenerado, materialista, sin raíces, sin comunidad nacional: un “ciudadano del mundo”. Sólo hay que echar un vistazo a los medios de comunicación del Bilderberg: Hollywood, la MTV, la propaganda Benneton, Eurovisión, mensajes “contra el racismo” en grandes eventos deportivos, los anuncios de Coca-Cola…hasta supuestas televisiones de derechas como la FOX emiten todo tipo de series degeneradas y de ingeniería social.

Sólo hay que ver cómo patrocinan el “anti-racismo” y todo tipo de organizaciones que defienden la apertura de fronteras a la inmigración masiva. Al mismo tiempo, con el liberalismo, van creando opinión para que la gente acepte la privatización de su país. Si bien es cierto que ha de existir economía privada para que un país funcione, también lo es que nunca jamás pueden privatizarse funciones como la creación del dinero ¿a nadie le extraña el fanatismo con el que todos los liberales defienden al Estado de Israel o la inmigración masiva?¿a nadie le extraña que ningún liberal jamás sea crítico ni mencione al Club Bilderberg?¿cómo es posible? Se supone que están “en contra del intervencionismo”, pero cuando un centenar de personas se reúnen para intervenir a gran escala en todo tipo de asuntos políticos y económicos los liberales se quedan todos mudos.

La Globalización capitalista multicultural no es el primer intento de Mundialización. Ya hubo otro hace más de cien años. Se llamó Comunismo, pero era tan anti-natural, necesitaba tanta propaganda y tanto terror psicológico y físico y era tan ruinoso en lo económico para la mayoría de la gente que las élites sionistas que lo promovieron cambiaron de estrategia. A partir de ahora, ya no se controlaría a la gente por la fuerza de las armas, sino por la persuasión de los grandes medios de comunicación. Y si alguno todavía se opone, primero se le califica de “fascista” y de “nazi” y después se le aplican las “leyes contra el odio”. Y si el que se opone es un país entero, entonces guerra psicológica y económica, extraños atentados y, en última instancia, la guerra de verdad.

Todo es “global”: crisis global, terrorismo global, calentamiento global, ciudadanía global, el día “internacional” de lo que sea…constantes declaraciones asegurando que “las fronteras tienen que desparecer”, etc. Crisis, terrorismo y calentamiento promovido por ellos mismos, para provocar crisis que favorezcan su agenda o para destruir gobernantes y países que no obedecen sus órdenes.

Desde la muerte del general Franco, la estrategia del Club para España ha sido muy clara: financiar y promover a aquellas opciones que favorezcan su agenda de destruir al Estado Nacional español para disolverlo en la Globalización Sionista, también llamada Nuevo Orden Mundial. Desde la Transición, el Club ha tenido tres agentes en España: el PSOE, el Grupo Prisa y el Banco Santander. Ahora, de nuevo, parece que el Club vuelve a apostar por el PSOE, ya que su líder, Pedro Sánchez, asistirá a la reunión, para recibir las órdenes y las directrices adecuadas. No es nuevo. Desde siempre, políticos semi-desconocidos han asistido a esta reunión y a los pocos años se han convertido en Primeros Ministros, Presidentes o Jefes de Estado. Este año también se decidirá seguir con el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea, tratado desastroso en lo económico y en lo político, ya que aumentará la separación entre Europa y Rusia.

Pero por muy poderosos que sean, no son todo-poderosos. Ya hemos dicho que el Comunismo les salió mal y decimos ahora que el Capitalismo Multicultural también les saldrá mal. Cada vez más países están fuera de su control: Irán, Siria, los BRICS, países del Centro y Sudamérica…aunque su obsesión es Europa. Una Europa unida a Rusia sería el final de su plan satánico, por eso emplean tantos recursos económicos y políticos para evitar esta Unión Euro-rusa, una auténtica UNIÓN NACIONAL-EUROPEA, y no esta basura masónica que los Estados Unidos crearon tras la guerra para dividir y controlar Europa. Se les puede vencer, sólo hace falta que los europeos despierten de esta pesadilla y empiecen a apoyar a las opciones nacionales correctas que se oponen a este proyecto.