Porque, incluso antes de esta crisis del coronavirus, su situación ya era muy difícil, trabajando durante una supuesta “recuperación económica” que no era tal, pues se apoyaba en una deuda gigantesca que se cargaba a los hombros de esos mismos trabajadores, en unos salarios cada vez más bajos que hacían que ser mileurista fuera un lujo y en una importación masiva de inmigración ilegal que competía de forma desleal con ellos.

Porque ahora, con esta falsa pandemia prefabricada, de nuevo la situación de los trabajadores españoles vuelve a ser trágica, pues millones de ellos son víctimas de ERTEs (que siguen sin cobrar) y, muy pronto, de EREs definitivos que les van a dejar en la calle.

Por supuesto, también nos acordamos de los autónomos y de los que sacan sus pymes adelante, pues ellos también son trabajadores y también sufren las desastrosas medidas del gobierno, que les machaca a impuestos y ahora les impone unas condiciones de trabajo absurdas e imposibles de realizar con la excusa del coronavirus que les condena al cierre.

Estamos ante el mayor hundimiento económico de España de la historia moderna, hundimiento que va a llevar a millones de trabajadores al paro y a cientos de miles de pymes al cierre, algo que era muy posible que fuera a pasar incluso sin coronavirus, pero esta falsa pandemia les va a ir muy bien a nuestras élites políticas y financieras para ocultar las auténticas razones de esta crisis.

Y mientras tanto, siguen llegando sin control productos fabricados en China, que arrasan con nuestras fábricas y nuestro pequeño comercio, y siguen llegando inmigrantes ilegales. Ya son 800.000 que, por supuesto, deben ser repatriados de inmediato para que no se lleven el poco trabajo que va a haber durante esta crisis. Lejos de eso, las demenciales ONGs están pidiendo su legalización y su inclusión en la Renta Básica que prepara el gobierno. Renta básica que apoyamos, pero solo para españoles y mientras dure la actual crisis. Queremos trabajar, no la paga permanente de miseria comunista del gobierno, el mismo gobierno que quiere legalizar inmigrantes para trabajar en la recolección en el campo mientras miles de trabajadores nacionales son rechazados.

La globalización ha sido letal para el trabajador español, forzándole a unas condiciones de competencia desleal y de trabajo que le han empobrecido y le han llevado a tener una vida peor de la que tuvieron sus padres y, más grave aún, hará que sus hijos vivan peor que ellos.

DN TRABAJO

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