Basándose en un informe de la eurodiputada holandesa de ultraizquierda Judith Sargentini, el Parlamento Europeo ha iniciado el proceso para poder sancionar a Hungría debido a las políticas del gobierno húngaro. En el informe se denuncian trabas a la independencia del poder judicial, restricciones al derecho de asilo de los refugiados o la puesta en riesgo de la libertad de expresión e información.
Por supuesto, el único motivo por el que el Parlamento Europeo ha aprobado esto es porque Orban y el pueblo húngaro se niegan a someterse al proyecto progre-multicultural-izquierdista que la UE está imponiendo a sus socios. Hungría se niega a ser islamizada, se niega a ser multicultural, defiende las raíces cristianas de Europa, defiende a la familia húngara, no acepta a la ideología de género y ha expulsado a Soros del país. En su propia Constitución refleja parte de estas ideas.
Orban es el político más popular de toda la UE, con porcentajes de voto con los que no pueden ni soñar los Sánchez, Macron y Sánchez de turno. La votación es un castigo a Hungría y un aviso a todas las «Hungrías» en potencia que hay en la UE. Orban lideró la resistencia europea contra Angela Merkel cuando esta loca decidió meter a más de un millón de musulmanes en Europa en 2015. Fue Orban el primero que se negó a aceptar esa locura y enseguida detrás de él se sumaron Polonia, República Checa y Eslovaquia y ahora Austria e Italia. Si se extiende el ejemplo de Orban por toda Europa la UE está muerta. Los capos de la UE lo saben y no lo pueden consentir. Por eso han de castigar a Hungría. Sentimos decirles que les va a salir mal y que van a conseguir el efecto contrario. Que los europeos vean aún con más claridad el monstruo en el que se ha convertido la UE, que la UE es el enemigo de Europa y que debe ser destruida cuanto antes.
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Y ciudadanos votaron a favor de sancionar a Hungría. Que luego la ultraizquierda española, nos venden a Riverita y su partido de la logia como falangista y bla, bla, bla..