Tras la reunión del pacto anti yihadista, el Ministro del Interior Juan Ignacio Zoido, ha anunciado las medidas que va a tomar el gobierno para luchar contra el terrorismo islamista. Entre las medidas, se pretende obligar a las empresas de alquiler de vehículos y de pisos vacacionales a registrar a sus clientes en una base de datos. Interior también quiere modificar algunos artículos de la Ley de Seguridad Ciudadana, como también algunos puntos del Registro de Entidades Religiosas. También se pretende endurecer el control del movimiento de las bombonas de butano. También un anteproyecto de ley para la transmisión de datos de reserva de vuelos y algunos cambios en la Ley de Extranjería (entre los que no estará un mayor control de las fronteras, que es lo que se debería hacer)

En resumen: control, control y más control de la población. Una maravilla. Ni punto de comparación con aquellos tiempos oscuros de la España homogénea, unicultural, ultramontana, ultracatólica, fascista y atrasada con montones de niños jugando en la calle, las mujeres paseando solas sin problema, las cárceles prácticamente vacías, la delincuencia casi inexistente y las puertas de los domicilios abiertas de continuo.

En Francia, la riqueza cultural de la inmigración masiva, el multiculturalismo, las fronteras abiertas y la religión de paz les han llevado a vivir en un Estado de Excepción permanente, con el ejército en las calles, circunstancia que tampoco evita la comisión de nuevos atentados ¿se dirige España a la misma situación?

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Luchando contra el terrorismo islamista…llenando España de islámicos.

Por supuesto, todas las medidas del Ministro del Interior no van a servir de nada, porque el origen del terrorismo islámico (la doctrina islámica aplicada al pie de la letra) no solo no se reduce, sino que crece sin parar en España. Mientras que, por pánico a ser declarados «racistas e islamófobos», los políticos sean incapaces de reconocer la realidad, es decir, que la violencia no es una desviación ni una mala interpretación de la doctrina islamista, sino lo contrario, no hay nada que hacer. Mientras sigan diciendo que el terrorismo no tiene nada que ver con el islam y que el islam es una religión de paz no hay nada que hacer. Mientras sigan diciendo que el terrorismo y la violencia sólo la practican unos pocos locos que, nadie sabe por qué, han surgido de la comunidad islámica, y que la inmensa mayoría de musulmanes (el 99,99%) rechaza la violencia, no hay nada que hacer.

El fenómeno del integrismo islámico es mucho más complejo y todo indica que la violencia es sólo la punta del iceberg de un movimiento mucho más amplio de lo que nos cuentan. Ya lo vimos en los atentados de Barcelona del pasado agosto, donde poquísimos musulmanes (los subvencionados) acudieron a los actos de condena. Nos dicen que sólo los terroristas quieren recuperar Al Andalus cuando en realidad son todos ¡¡todos!! los musulmanes los que quieren hacerlo.

Por lo tanto, por muchas medidas que tome el Gobierno, si sigue permitiendo que el islam se extienda por toda España, si sigue financiando (con nuestro dinero) la natalidad islámica en España y si sigue permitiendo que Arabia Saudí, Turquía y Marruecos (tres países que no ocultan su intención de islamizar España) dirijan todo el proceso, pueden firmar todos los pactos que quieran, que de nada van a servir.

En Francia, Bélgica u Holanda, países literalmente inundados de musulmanes, la policía ya dice abiertamente que es imposible controlar a todos los sospechosos de terrorismo yihadista. No hay agentes suficientes. Algo lógico, pues hay una relación lineal. Cuantos más musulmanes hay en un país, más yihadistas. Cuanto menos musulmanes, menos yihadistas. Y donde no hay musulmanes (Polonia, Hungría…) no hay ni yihadistas ni atentados. Normal. Pero en España llevamos desde 1999 importando musulmanes en masa. Ni siquiera tras los atentados del 11-S y del 11-M se hizo nada por parar el proceso. Al contrario ¿qué sentido tiene eso? nuestra clase política nos ha traicionado. Toda. Sólo un partido, Democracia Nacional, ha estado avisando de esto desde el minuto uno. Ahí está la hemeroteca.

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El resto, incluidos los oportunistas de la disidencia controlada que se han subido al carro hace cinco minutos, son traidores. PP, PSOE, separatistas, Podemos y, por supuesto, el último engaño que el R-78 y el IBEX-35 se han sacado de la manga: Ciudadanos (del mundo) partido globalista, partidario de la desaparición de las fronteras, nacido en Cataluña, pero que NUNCA ha criticado la invasión islámica que sufre esa región y cuyo líder, Albert Rivera, estuvo en Grecia quejándose de que la cuota de supuestos «refugiados» musulmanes para España (más de 17.000) era muy baja. Eso lo decía en un momento en el que ya se sabía de sobra la infiltración de terroristas del ISIS entre los «refugiados».

Ya tenemos en España zonas no-go (es decir, pequeñas dictaduras islámicas que se rigen por la ley islámica), tenemos a bandas de magrebíes aterrorizando Bilbao y otras zonas de España, tenemos bandas de dominicanos y otras nacionalidades aterrorizando Madrid, tenemos bandas de okupas extranjeros aterrorizando el barrio del Raval de Barcelona ¿tiene pensado hacer algo al respecto el inútil del Ministro Zoido? Y la UE ¿va a hacer algo o, por el contrario, va a seguir pidiendo que millones de africanos, muchos de ellos musulmanes, vengan a Europa?

Estamos vendidos, el R-78 y la UE son los peores enemigos de España y de Europa. O los destruimos o ellos nos destruyen a nosotros. No hay alternativa.

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