La Unión Europea ha muerto. Es una agonía que se viene padeciendo desde que fracasara la ensoñación de burócratas de los estados unidos de Europa, previstos en el Tratado de Maastrich, y echados abajo en el referéndum danés. De referéndum a referéndum, el italiano ha sido el tiro de gracia sobre el cuerpo putrefacto de una UE enquistada en una hiperinflación de eurócratas que, con tal de mantener sus suculentos sueldos, libres de impuestos (privilegios de la supranacionalidad), están, desatando fuerzas centrífugas incontrolables, para destruir las Patrias, difuminar la identidad de las sociedades europeas y llevar a éstas a conflictos de horrores inenarrables, si el entierro no se produce pronto.

Leer más en: www.ramblalibre.com

spainexit-682x1024