Nuestros enemigos más acérrimos pisan el acelerador de la islamización de España y de Europa, ahora ya, apostando descaradamente por la entrada masiva de africanos en nuestro país. La llegada de esa especie de taxi flotante conducido por una de las múltiples ONGs de ese magnate «filántropo» llamado George Soros, alias Gregorio Schwartz, al que yo calificaría mejor como Licántropo, no ha sido más que el pistoletazo de salida para lo que está por venir.
Al margen de disquisiciones morales sobre el deber de ayudar a otros, cuestión esta con la que se nos machaca inmisericordemente a diario, lo que en realidad se esconde tras ese discurso es un oscuro interés en la importación masiva de «nuevos colonos» conducidos hasta aquí con la oscura intención de sustituirnos. El chantaje emocional de hacernos creer que estas embarcaciones van cargadas de personas vulnerables como mujeres, ancianos y niños famélicos e indefensos (con la clara intención de confundir y manipular nuestras emociones) y no lo que en realidad son: hombres jóvenes y perfectamente sanos que sirven como avanzadilla y punta de lanza para lo que ha de llegar a nivel demográfico: nuestra futura desaparición, si no lo impedimos.
Esta gente ha de ser devuelta a sus países de origen nada más llegar, una vez haya sido comprobado que se encuentran en perfecto estado de salud.
Tenemos en nuestro país más de 4 millones de desempleados según organismos oficiales, y mucha de la población activa no consigue, con lo que gana, ni pagar los gastos corrientes de su día a día. Por otro lado, nos dicen que esta gente a la que «debemos acoger» supuestamente viene a pagar las pensiones, cuando en realidad son una carga que ni en el caso de que viniesen a trabajar, podrían cubrir en términos económicos ni los gastos de su manutención en España.
Ahora ya ha comenzado de verdad lo que veníamos anunciando desde hace años y que desgraciadamente hoy es una realidad, una muy triste realidad: tras la ya negociada moción de censura al corrupto y traidor PP, de manos del no menos traidor y corrupto PSOE, así como de sus socios independentistas y comunistas, masones todos ellos, nos encontramos con casi 700 «nuevos ciudadanos» en nuestra querida y sufrida patria. Y una vez más con la burda excusa de acogerlos como refugiados, cuando prácticamente ninguno viene de un país en guerra.
Han hecho creer a la población, ya previamente lobotomizada, que era bueno seguir acogiendo refugiados, sin ser está consciente de que esto forma parte de un antiguo y desconocido plan orquestado por élites hostiles a Europa, y personificado hoy, en la figura de George Soros; un plan de sustitución de los pueblos blancos europeos ideado hace décadas por Richard Coudenhove Kalergi, al cual da su nombre.
Parece ser que para los políticos que nos dirigen, ya no son prioritarias ni las pensiones, ni el paro, ni los bajos salarios, que tanto reprochaba el PSOE cuando estaba en la oposición, pues ahora la prioridad número uno parece ser la introducción masiva de inmigrantes procedentes del tercer mundo. ¿Hasta cuándo vamos a seguir soportando esto?
Cuando no ha pasado todavía una semana de la noticia del «Aquarius» nos enteramos por la prensa oficial que ya hay más de un millón de futuros inmigrantes en la frontera de Melilla con Marruecos procedentes de todas las partes de África, con una sola idea fija en su mente: poner rumbo a España cuanto antes.
La irresponsabilidad de Sánchez a la hora de permitir el desembarco de los más de 600 «refugiados» (en realidad inmigrantes ilegales) en nuestras costas, cuando toda Europa comienza a cuestionarse este tipo políticas, va a provocar un previsible efecto llamada que perfectamente podría haberse evitado. Queda por saberse si Sánchez ha actuado así por decisión propia o, como yo creo, todo esto estaba ya pactado de antemano entre él, Merkel y el resto de castuzos de este ente masónico llamado UE.
Sea como sea, con lo que no cuentan nuestros diferentes «líderes» tanto aquí como en el resto de Europa, es con la reacción que este tipo de decisiones políticas totalmente contra natura están provocando en cientos de miles de europeos.
Paralelamente al debilitamiento mediante ingeniería social de nuestras sociedades para conseguir hacerlas más volubles a este proyecto globalista, está surgiendo en nuestros países una amplia capa de individuos conscientes de que la pérdida de su identidad, tanto nacional como étnica, supone el principio de su desaparición.
Europeos de todas las nacionalidades que, paradójicamente, comienzan a preguntarse sobre su identidad en el momento en que están a punto de perderla, por culpa de estas políticas suicidas ideadas y promovidas desde el mundo de las finanzas por élites hostiles a Occidente, y ejecutadas por cobardes políticos como Sánchez y tantos otros antes que él, que conscientes del poder de esos organismos internacionales promotores de la globalización y la des homogeneización de Europa, han preferido ponerse al servicio de estos, y no al de los ciudadanos a los que en teoría deberían representar.
O.R.
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