El Reino Unido ha respondido en 24 horas al Tribunal Supremo que ve «desproporcionada con arreglo a la legislación británica» la orden europea de detencion y entrega emitida este martes por el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena contra la exconsejera de Educación, Clara Ponsatí.
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Nota de DN: ninguna novedad. Los separatistas golpistas siguen disfrutando de la protección de nuestros «gobernantes amigos europeos», como en el pasado la tuvo la banda terrorista ETA. Esos «amigos» aprovechan el separatismo para chantajearnos y sacarnos concesiones de todo tipo. Es sorprendente que en apenas 24 horas los británicos ya tengan el suficiente criterio para rechazar la petición de entrega de los golpistas que están en su territorio, pero es lo mismo que hizo un tribunal regional alemán cuando decretó en apenas dos días que Puigdemont solo había cometido delito de malversación. Ni rebelión ni sedición.
Los belgas no le van a la zaga a los británicos. Al revés, ya llevan dos años protegiendo a Puigdemont y a sus secuaces Comín y Puig. Secuaces que acaban de recibir un nuevo regalo de la justicia belga, que les ha vuelto a dejar libres pasándose de nuevo por el forro a la justicia española.
Aún peor, los separatistas tienen a sus mejores aliados en Madrid, tanto en el gobierno como en el Tribunal Supremo. El propio Toni Comín acaba de declarar que la sentencia del Supremo es muy favorable para los golpistas fugados. Es evidente que es así, también lo es para los golpistas presos, que en breve estarán en la calle. Y en cuanto al gobierno, no podemos evitar ser mal pensados acerca de la supuesta «metedura de pata» de Sánchez sobre las relaciones entre el Gobierno y la Fiscalía del Estado, pues han sido un auténtico regalo de navidad adelantado para los separatistas, ya que les va a permitir alegar en el extranjero que en España no hay separación de poderes, algo que será muy beneficioso para sus intereses ¿de verdad fue un «error» o fue deliberado?
En resumen, los separatistas tienen muy buenos y poderosos aliados; todos aquellos que quieren el mal de España les apoyan. Lo malo es que entre ellos hay una secta que lleva más de 200 años operando en España y que nos ha llevado siempre a la ruina. Esa secta, infiltrada en la cúpula de nuestra política y de nuestra Justicia, debe ser puesta fuera de la ley cuanto antes.
Ponsati (fugada en Reino Unido) y Puigdemont y Toni Comin (fugados en Bélgica)
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La secta ya está fuera de la ley y, ademas, en la ley misma consta que están fuera. No podría ser de otra manera, la ley la han hecho ellos. Para nosotros la ley y para ellos la voluntad. Hágase su voluntad así en la tierra como en el cielo… Porque no están ni bajo la ley de Dios que es la civilización. Matar, robar, masacrar al prójimo y demás son los mandamientos y el deporte de la secta.