Cuando me refiero al statu quo, me refiero a las fronteras actuales en el mundo. Cada intento de cambiar ese estado, solo crea conflictos y guerras, nunca nada bueno. No solo están los movimientos independentistas que aspiran a destruir países para conseguir el afán de una independencia que en ningún caso sera buena, también están los países que tienen reivindicaciones
territoriales sobre otros.

El mundo es el que es, y ya no hay mas territorios que ocupar que no sean países ya reconocidos internacionalmente. Queda la Antártida, pero ésta, debido a acuerdos sobre ella, no es un territorio que pueda reivindicarse por ahora.

¿A qué me refiero con que las reivindicaciones independentistas nunca llevan a buen lugar? A parte de los conflictos sociales que ello provoca, en la mayoría de los casos conlleva conflictos militares que provocan mucha muerte y destrucción. Aunque esa independencia se consiga pacíficamente, el nuevo país, debido a su pequeño tamaño resultará irrelevante a nivel internacional y se convertirá en dependiente y sumiso de los países mas grandes. Osea, que nunca podrá aplicar una política independiente, y tendrá que seguir los dictados de la potencia a la que se someta.

Cuanto más pequeño sea una nación, menos mano de obra,menos empresas, más dependencia del comercio internacional y, por tanto, más débil será. No sólo a nivel económico, sino también político y militar. Y esto último es muy importante, porque el poder político-economico-militar van de la mano. Ninguna potencia lo es en uno solo de estos aspectos. Es simple.

Si no tienes poder económico, no puedes financiar un poder político y militar, y sino tienes un poder militar, no puedes tener poder político y económico, ya que estarás a expensas de que tu debilidad provoque que te lo arrebaten todo. Esta es la razón de que ahora exista una carrera armamentística paralela al crecimiento económico de nuevas grandes potencias. Estas nuevas potencias desean proteger sus progresos económicos a través de una gran inversión en defensa. Si nos vamos a las reivindicaciones historias de estos territorios que desean la independencia. Ellos siempre afirmarán que en otra época de la historia fueron independientes. Pero es algo que no tiene ninguna base racional.

Los países que existen ahora se han moldeado durante milenios y, en el principio, ni siquiera existían las tribus, ya que la Humanidad era cazadora recolectora, y se dedicaba a trasladarse de unos territorios a otros para abastecerse de comida.

Sólo a partir del desarrollo de la agricultura y ganadería se puede hablar de asentamientos tribales. Con el tiempo fueron creciendo, y con los siglos pasaron no a ser aldeas sino países. Así que ir al pasado buscando reivindicaciones históricas tiene su hipocresía, porque buscan el momento histórico que mas les interesa, y olvidan el resto de la historia. En muchos casos, escogen un momento histórico que es una ínfima porción del tiempo pasado, y eso significa que no vale como una verdadera reivindicación objetiva.

Muchos estados han existido y luego han desaparecido. De aquí pasamos a las reivindicaciones territoriales de los estados, sobre territorios hoy ajenos. Como ya dije, muchos estados han existido, se han extendido, luego se han reducido y han dejado de existir a lo largo de la historia. Así que las reivindicaciones históricas tampoco valen por la misma razón que no puedes elegir el momento histórico que mas te interese, volvería a ser subjetivo.

¿Podría España reivindicar otros territorios a partir de las reivindicaciones históricas de nuestro pasado Imperial?

Tras la Segunda Guerra Mundial, se establecieron nuevas fronteras. La ONU estableció los territorios que quedan por descolonizar, en su mayor parte son
propiedad británica. Intentar cambiar esas fronteras solo ha creado muerte y destrucción, y seguirá sucediendo mientras los países sigan intentando cambiar fronteras.

A nivel internacional considero que España no debería inmiscuirse en los asuntos internos de otros países mientras no la afecten directamente, debiendo mantener una política exterior de no reconocer movimientos independentistas ni aspiraciones territoriales de otros países. Da igual

el sentimiento de empatía que puedas tener. Hacerlo es ser cómplice de conflictos, y generalmente de víctimas inocentes. Así que en estos temas, España no debería reconocer las reivindicaciones territoriales en islas en disputa en Asia, que es un tema de actualidad. Que sea una instancia internacional objetiva quien decida
sobre esos litigios, y España solo reconocerá las nuevas fronteras si todas las partes llegan a un acuerdo entre ellas. Que no pase como ocurrió con los reconocimientos de las provincias secesionistas de la antigua Yugoslavia, que provocó cientos de miles de víctimas y millones de damnificados.

En la cuestión de Crimea, España no reconocerá la anexión de Rusia sobre este territorio mientras Ucrania no lo haga. La cuestión de Osetia del Sur y Abjasia, lo mismo: no reconocer la independencia de estos territorios mientras Georgia no lo haga. En Kosovo, lo mismo.

El asunto de Palestina es más complejo. Pero pienso que debe ser un problema que arreglen ellos mismos. Fue en la ONU donde ciertos países, entre ellos EEUU y la URSS, donde se desencadenó ese problema al reconocer la partición de Palestina. Como siempre, las grandes potencias han estado inmiscuyéndose en los asuntos internos generando conflictos.

En el tema saharui, debemos mantener nuestra neutralidad, apoyando una negociación entre las partes, que permita al pueblo saharui decidir si quiere pertenecer a Marruecos o ser independientes. Como es sabido, los saharauis aspiran tener un país independiente. Pero no inmiscuirse en los asuntos de otros países debe ser la noma.

En Siria, debemos apoyar al gobierno legítimo y sus fronteras, más aun cuando los oponentes contra los que lucha han llamado varias veces a invadir nuestro país, y son responsables de acciones terroristas en nuestro territorio.

En Yemen, debemos condenar las ingerencias de ciertos países y, aunque ciertos estados lo justifiquen, es un ataque a la soberanía de Yemen. Que sean los yemeníes quienes arreglen sus problemas sin intervención extranjera.

Para finalizar, el ejemplo mías claro, el hogar de cada uno, es como el país de cada uno, inviolable, salvo las excepciones que contemplan la ley, entre ellas, cuando afecte a la seguridad de los demás.

Tristán, afiliado de DN.

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