No quiero dar cifras de víctimas pues los números son confusos.
Por lo que se está informando es una verdadera acción “bélica”, perfectamente preparada y llevada a término.
Han escogido el “mejor” momento para organizar su orgia asesina de terror.
Esto es la guerra. Una guerra sucia, con tintes de guerra civil, religiosa y racial. Si: racial.
Al grito de “Ala es grande” se asesina mejor.
Vendrán los giliprogres, los lilas de lo políticamente correcto, los acojonados de guardia, a decirnos que “hay que distinguir entre los musulmanes violentos y los moderados”: SI, por supuesto, hay que distinguir.
Los “violentos” son los que asesinan. Los putos “moderados” son los que aplauden a los asesinos. Así de claro.
Mientras no nos enteremos vamos listos.
Vendrán los mamarrachos babeantes que dirán que “los moros no quieren conquistarnos – bien por las armas, bien por sus barrigas – que solo vienen a trabajar”. ¿En que trabajan? O Delinquiendo o viviendo de nosotros.
¡”Tontos útiles”! Os recuerdo que era como se llamaba a los que defendían e infiltraban el criminal comunismo en nuestras sociedades. “Canonizaban” a las peores bestias rojas: El “padrecito” Stalin, Mao –“el gran timonel” – Che Guevara, hasta elogiaban al “asesino de Paracuellos”…
Y si protestas vendrán , cual inquisidores ateos, con lo de la islamofóbia, el racismo y demás “mantras” progres.
El problema es la islamofilia. El poner alfombra roja a los invasores, que solo quieren terminar con nuestra Civilización, con nuestra Cultura, con nuestras Tradiciones y con la raza blanca.
Frente al odio de estos salvajes solo cabe responder con la mayor energía, con la mayor contundencia.
Espero que los memos que lloraron con el dichoso Aylan, con la no patada al Osama y demás memeces propagandistas, reaccionen con igual dolor ante los cuerpos destrozados, acribillados a tiros, de los caídos esta noche trágica en Paris.
Cuantos menos musulmanes alberguen nuestras naciones mas seguros estaremos; cuantos mas, mayor será la probabilidad de elementos terroristas.
Esto es una guerra, sucia y cobarde, donde un bando pone los asesinos y el otro los muertos.
Cuando la guerra de Argelia, en Francia se impuso el toque de queda para los argelinos.
Ahora estamos peor: la Policía no puede ser tan contundente como entonces lo podía ser; los jueces no eran una banda de sectarios y funcionaba la “viuda roja”, la guillotina.
Mañana Occidente llorara calladamente, con manifestaciones silenciosas – ¡no vaya a ser que algún grito ofenda a los invasores! -, no solo por los muertos sino por su propia impotencia frente a la barbarie musulmana.
Por el contrario, el mundo musulmán, celebrara, con mayor o menor intensidad, esta matanza. Lo que no harán será derramar una lagrima por estos “infieles”.
¿Mañana? Aquí. O allí. O aquí y allí. El problema es no conocer a tu enemigo. Y obviamente, los moromierdas (como los llamo familiarmente) son enemigos. Pero no son los únicos enemigos. Un enemigo aún peor es no ser capaz de comprender a qué te enfrentas. Y mezclar el culo con las témporas, si se me perdona la grosería. Que supongo que sí, pues el que escribe un artículo tan exaltado no se ofenderá con un simple culo. Volviendo al tema. Mezclar el culo con las témporas es algo que hoy día no podemos permitirnos. La situación es no grave, sino desesperada. Sólo desde el total desconocimiento y desde el condicionamiento cultural, se puede mezclar el «criminal comunismo», con esto. Y no defiendo el comunismo, sino explico que no tiene nada que ver con lo que está pasando. En el feudo del «padrecito Stalin», algo como esto sería total y absolutamente imposible. Esos a los que el autor del artículo acusa de importar al «criminal comunismo de Mao y Stalin», en realidad nunca han hecho eso. Sólo han simulado hacerlo. Realmente siguen fielmente la agenda del NWO encaminada a atomizar las identidades nacionales de los pueblos de Europa. Y una forma excelente de hacerlo es entre otras muchas, sembrar la confusión. Y vaya si hay confusión. Un saludo.
Para mi los progres son l@s complices, un@s sin saberlo y otr@s masónicamente activos, la estadística diría que con 0 musulmanes, 0 terroristas, es así de simple. Cuántos europeos más tendrán que morir hasta que «hagan algo» y defiendan a sus ciudadanos? Me temo que much@s más desgraciadamente. Moro bueno, moro muerto o a su país esa es la única solución a estos cobardes asesinos yihadistas musulmanes!
Dónde los narizotas digan
Y es que dicen algunos expertos, en tv, y en radios, varias, que no podemos consentir que los terroristas ganen : tenemos que consumir.
O, mejor dicho ya somos todos de forma obligatoria..
escudos humanos.