En 2020 y 2021 hemos sido testigos de una ola de represión extremadamente grave contra el nacionalismo y los nacionalistas en Europa.

La guerra liberal contra la libertad ha afectado a organizaciones legales y partidos con representación política electa en los parlamentos regionales, nacionales y europeos.

Los casos más graves son los siguientes:

En Eslovaquia, el líder del partido Nuestra Nación, Marian Kotleba, fue condenado a 4 años y 8 meses por una ridícula acusación que le hizo el Ministro de Justicia, por haber donado a una familia necesitada la cantidad de 1488 euros. Según la fiscalía, la cifra de 1488 euros representaba un conjunto de números «extremistas» que merecían una condena y una sentencia, la cuál es verdaderamente escandalosa, claramente dirigida a destruir la carrera del Sr. Kotleba.

Amanecer Dorado: la persecución comenzó cuando el partido estaba llegando al 12% de los votos. La guerra contra Amanecer Dorado comenzó con el asesinato de dos jóvenes militantes, a los que dispararon a quemarropa frente a la sede del partido.

Mientras que escuadrones de la muerte de la extrema izquierda atacaban a Amanecer Dorado en las calles, el Sistema griego se dedicó a encarcelar a sus líderes. El juicio mediático terminó en condenas de hasta 13 años de prisión. El caso más sorprendente es el de Ioannis Lagos, miembro electo del Parlamento Europeo. Habiendo sido condenado en rebeldía a 13 años de prisión tras el juicio mediático contra Amanecer Dorado, fue detenido hace unos días en Bruselas. Ahora está a la espera de ser extraditado a Grecia.

Mientras tanto, ha habido ataques contra Democracia Nacional y la Falange en España y Forza Nuova en Italia. Pedro Chaparro y Giuliano Castellino fueron condenados con penas desproporcionadas, en un acto de injusticia que ha sacudido los Tribunales de Madrid y Roma.

Este nivel de represión política desmedida, no se ha visto en Europa desde 1980, año en el que los nacionalistas italianos, especialmente los de Terza Posizione, fueron sometidos a una persecución brutal, sufriendo asesinatos y cientos de personas encarceladas durante casi cinco años por “delitos políticos”.

La nueva ola de represión muestra claramente que el Estado Profundo en Europa ha decidido tener como objetivo a los partidos nacionalistas, todos pertenecientes a la Alianza por la Paz y la Libertad. Este partido político a nivel europeo, se estableció en febrero de 2015 con el objetivo de constituirse como una «internacional nacionalista», con líderes históricos, incluyendo a Jean Marie Le Pen, militantes, sedes y miembros de diferentes parlamentos, todos activos en sus respectivos países, en oposición a las ideologías marxista y capitalista y al Estado profundo.

Es claramente significativo que este ataque del Sistema, que tiene como objetivo exterminar todo un campo de pensamiento y acción político, se lanzó inmediatamente antes de la vergonzosa explotación de la pandemia de Covid 19 por parte del Sistema liberal. Además de ello, la continua represión a la única fuerza política que ha expresado una oposición coherente e informada contra los confinamientos y cierres a causa del Covid, forma parte integral del eclipse más amplio de leyes y libertades del “Gran Reseteo”.

El Estado Profundo se ha embarcado en una política de hostigamiento y exterminio político, de la única fuerza existente para contraatacar la dictadura de Gates y Schwab, y a las poderosas fuerzas capitalistas corporativas y comunistas con las que colaboran. El objetivo de la persecución es evitar el surgimiento de una fuerte conexión política entre los nacional revolucionarios y el gran y creciente número de ciudadanos europeos que rechazan el «Gran Reseteo».

A la luz de esto, denunciamos el ataque contra los militantes y líderes de los movimientos nacionalistas de Europa.

Manifestamos nuestra determinación de contraatacar, reorganizando la Alianza por la Paz y la Libertad como una oposición real y sólida a las acciones antidemocráticas y extremadamente dañinas de la élite global.

La APF restablecerá su estructura y sus actividades en toda Europa, con el fin de devolver al Pueblo una opción política real, convirtiéndose así en el medio necesario a través del cual expresar una oposición constructiva a los confinamientos y cierres, así como contra la agenda más amplia del «Gran Reseteo».

Udo Voigt, Nick Griffin y Roberto Fiore

 

apf2

Nick Griffin, Jean Marie le Pen, Udo Voight y Roberto Fiore