Encima que traen a estos chicos para ayudarnos a volver a llenar las arcas, protestamos. Qué malos somos…
Lo que nadie dice es que las víctimas del franquismo fueron todos los españoles, sin excepción, que se dejaron la piel trabajando para volver a llenar las arcas que habían sido saqueadas con el «montaje» de la Guerra Civil. Ni una sola generación ha podido disfrutar del esfuerzo de sus padres y abuelos. Parece un ciclo histórico que se repite en España desde hace 320 años, las arcas se llenan con el esfuerzo de los españoles y vuelve, como hienas, a vaciarlas la alegría de un clan. Los ayudantes que suele tomar el clan, a los que reparte unas migajas, históricamente tampoco han terminado muy bien.
En este ciclo ya solo quedan algunos negocios turísticos en manos de españoles, que con la «quiebra» están pasando a manos de extranjeros, pasarán a ser producto exterior bruto de otros países. Hace unos días, los belgas protestaron porque no les querían dejar venir a España a hacerse con un «pedazo del pastel» a precio de «plandemia», su gobierno lo rectificó inmediatamente.
Agradezcan que nos traigan a estos chicos porque van a ser los compañeros de trabajo de sus hijos, sirviendo mesas para llenar arcas ajenas en el mejor de los casos. Las arcas españolas ya no hará falta llenarlas, eso de llevarse el oro, vender empresas, quitarle a la gente las industrias, etc. llama demasiado la atención y ya está hecho. De comisiones también se vive bien ¡Viva la globalización y la impunidad planetaria! Da gusto pasearse por el mundo y que te reverencien, o te regalen maletas llenas de dinero, por la buena venta que les has hecho de lo que no es tuyo. Todo son beneficios, dicen los cacos.
Y no salimos en masa a quejarnos
Encima que traen a estos chicos para ayudarnos a volver a llenar las arcas, protestamos. Qué malos somos…
Lo que nadie dice es que las víctimas del franquismo fueron todos los españoles, sin excepción, que se dejaron la piel trabajando para volver a llenar las arcas que habían sido saqueadas con el «montaje» de la Guerra Civil. Ni una sola generación ha podido disfrutar del esfuerzo de sus padres y abuelos. Parece un ciclo histórico que se repite en España desde hace 320 años, las arcas se llenan con el esfuerzo de los españoles y vuelve, como hienas, a vaciarlas la alegría de un clan. Los ayudantes que suele tomar el clan, a los que reparte unas migajas, históricamente tampoco han terminado muy bien.
En este ciclo ya solo quedan algunos negocios turísticos en manos de españoles, que con la «quiebra» están pasando a manos de extranjeros, pasarán a ser producto exterior bruto de otros países. Hace unos días, los belgas protestaron porque no les querían dejar venir a España a hacerse con un «pedazo del pastel» a precio de «plandemia», su gobierno lo rectificó inmediatamente.
Agradezcan que nos traigan a estos chicos porque van a ser los compañeros de trabajo de sus hijos, sirviendo mesas para llenar arcas ajenas en el mejor de los casos. Las arcas españolas ya no hará falta llenarlas, eso de llevarse el oro, vender empresas, quitarle a la gente las industrias, etc. llama demasiado la atención y ya está hecho. De comisiones también se vive bien ¡Viva la globalización y la impunidad planetaria! Da gusto pasearse por el mundo y que te reverencien, o te regalen maletas llenas de dinero, por la buena venta que les has hecho de lo que no es tuyo. Todo son beneficios, dicen los cacos.