!Que majos son los «chicos del PP!! Y como protegen a los «suyos», entendiendo las «debilidades» humanas que les hacen «caer» en los «pecadillos» de la corruPPcion…
Jaimito, el ex-«ensaimadakari» balear, el ex-ministro de Aznarin, el trincÓn, condenado a 8 meses de prisiÓn, ha visto reducido a, tan solo, DOS meses su estancia entre rejas. Entro en el trullo segoviano el 28 de agosto.
!!Olé los cojones de Mortadelo Fernández y su esbirro de PPrisiones el balbuceante de Angelito Yuste, perro faldero del ministro de turno. !!Ojo!! que este servil sujeto, tras ser 8 años el «carcelero mayor» de Aznarin, «pasó «el ciclón Zetapedo ocupando altos cargos en la Región madrileña, lejos de las cárceles, a las «ricas» ubres de la Aguirre y su banda.
No hace dos dias que «D. Tancredo» prometia mano dura con los corrupptos y ya «liberamos» a Jaimito de su dorada estancia en la enfermeria de la carcel, no vaya a ser que el cuitado y forrado ex casi todo le dé por cantar La Traviatta de la corruPPcion.
Lo que «llena» las urnas de votos al «coletudo estalinista» son decisiones como esta; ver como el Matas sale riéndose de sus «vacaciones cárcelarias» pensando en las esplendidas propiedades que le esperan para su solaz. En la mente de no pocos aun resuena el «!expropiese!» del salvapatrias venezolano. No estaría de más que esa palabra resonase en nuestra Patria y se aplicase a TODOS los «Jaimitos» y compañia que han hecho sus fortunas a costa de saquearnos a todos.
Asi se cumplen las «penas» de prisión en EX-paña, especialmente cuando los «sujetos» de las mismas son políticos, que la «casta», como buena MAFIA que es, nunca se olvida de los suyos, por muy grandes que sean sus «pecados», sus robos y sus delitos.
Habrá que ver al Yustecillo cobarde, como tartajea sus explicaciones en las Cortes, como tratará de justificarse sin tener la minima decencia de confesar que «él es un mandao, de Mortadelo y de D. Tancredo, en prisiones» como ya quedó de manifiesto con la vil liberación del asesino Bolinaga y todos los demás terroristas que han seguido su camino.
Si bien el ser un «mandao» no le exime un apice de ser un miserable, a fuer de inutil y tartaja.
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