Cristina Laila, 3 Mayo 2017 4:04 pm

Traducción Juanjo Pérez (DN)

Según informa el Gateway Pundit 
Lacy MacAuley es una famosa dirigente izquierdista radical y Antifa de Washington DC debido a que aparecía en los vídeos de cámara oculta Project Veritas, que destaparon la trama # DisruptJ20 , un complot ultraizquierdista que buscaba impedir violentamente el ascenso de Donal Trump.
Al igual que todos los demás de esta izquierda lunática, Lacy estaba enamorada del Islam y se obsesionó con ayudar a los ‘refugiados’ Sirios, de todo corazón mantenía la creencia totalmente infundada de que el Islam es la religión de la paz. MacAuley detalla como fue su experiencia de salir con un hombre musulmán de Turquía, describe el infierno y el miedo que vivió ya que él controlaba cada movimiento que hacía, la golpeó y la violó.

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El Islam sigue siendo la ‘religión de paz’, ¿Eh Lacy?

Aquí Lacy Macauley , en su blog  nos cuenta su experiencia.

Soy una activista radical afincada en Washington DC. Me enamoré de un activista enérgico, carismático que conocí en noviembre cuando estaba en un evento global en Antalya, Turquía, para escribir sobre la resistencia a la Cumbre del G-20. Después volvía a casa a los EE.UU. Hablamos todos los días. Era guapísimo y encantador, pensé en ese momento. De sonrisa fácil, amable, atractivo y de conversación inteligente. Dijo exactamente todo lo que yo necesitaba oír para convencerme de que se preocupaba por los derechos y el activismo de las mujeres. En febrero, decidí volver a Turquía arrastrada por aquel amor tan prometedor. Y quería dejar atrás experiencias amargas.
“Las dos primeras semanas fueron la típica historia de amor. Observé que estaba bebiendo mucho, como un alcohólico, pero me lo tome a broma al principio. Fuimos a los sitios turísticos de playa e históricos y él me presentó a sus amigos. Todo parecía ir bien, y sentí que el romance estaba avanzando firmemente.
Luego vino la primera pelea. Yo quería entrevistar a una mujer para un artículo sobre los refugiados sirios. Él no estaba de acuerdo. Él sabía algo de la mujer y no le gustaba, así que me prohibió estrictamente hablar con ella. Le pregunté el porqué y me gritó y salió de la habitación para ir a fumar un cigarrillo. Yo me quedé en el medio de la habitación sin saber qué hacer. Por supuesto, como mujer occidental, nadie nunca me había prohibido hablar con nadie. Era una sensación extraña: ¿Acaso no tengo boca para hablar? ¿Por qué no puedo usarla como yo quiero?”

MacAuley defiende una rama del feminismo, el llamado “feminismo 101” que debería haberle impedido salir con un musulmán desde un primer momento, pero el liberalismo es un trastorno mental por lo que no hay que esperar que ella pensase de forma lógica…

“Esto es feminismo elemental. Ningún hombre tiene el poder de silenciar a una mujer, sólo porque él sea un hombre. ¿Cómo degenerará esto en las próximas semanas?.
Lo que me encontré en las semanas siguientes era la frustración absoluta pese a mis esfuerzos por hacer mi trabajo vocacional. Me había puesto en una posición de dependencia de una persona que, como quedó claro después, le hubiera gustado mantenerme pegada a él y controlando todos mis movimientos. Obstaculizando cuando no impidiendo el trabajo que yo trataba de hacer allí.

MacAuley aprendió así, rápidamente lo que es el verdadero Islam frente al que sus profesores de izquierda le enseñaron…

“Las cosas se deterioraron rápidamente. Su inseguridad e infantilismo empeoraron. En las siguientes semanas, fui empujada con violencia, me impedía salir libremente, y me dijo en repetidas ocasiones que no hablara. Al no callarme la ira estalló. Me amenazaba con que iba a quemarme con sus cigarrillos, fingiendo que tenía su cigarrillo encendido. Tuve que agacharme para esquivar objetos punzantes lanzados a la cara. Me vertía agua sobre la cabeza con rabia.
¿Sexo no deseado? ¿Violación? Todo el tiempo. Nunca se detuvo a ver si consentía en el sexo. Varias veces, me apagó mi wifi y luego me mentía sobre ello, una forma moderna de “gaslighting” (abuso psicológico para hacer dudar a alguien de su cordura). Me criticaba por el uso de redes sociales, casi mi único enlace con mi vida en los EE.UU. y trató de disuadirme de su uso. Me obligaba a eliminar de mis amigos a otros hombres Turcos en Facebook.”

Pero esto no acabó ahí, MacAuley fue incluso encarcelada por la policía turca, ya que era una periodista occidental …

Dos días más tarde estuve encarcelada por la policía turca durante varias horas simplemente por intentar entrar en un gran mitin público en Antalya del presidente de Turquía. (Es ya un hábito encarcelar a periodistas y activistas y yo no tenía un aspecto que se ajustase a sus normas. Narré esta experiencia con la policía turca aquí . https://archive.is/o/BsPWd/https://lacymacauley.wordpress.com/2016/04/22/i-was-detained-by-turkish-police/
Tenía esa sensación de salir de la sartén para caer en las brasas!

Hay mucho más publicado en su blog que se puede leer aquí .

Este es el izquierdismo en pocas palabras. Esta mujer continúa situada en la negación de la realidad. Ella se mantiene aún en la creencia de que este hombre turco musulmán cree en los derechos de las mujeres, porque ‘él se lo dijo’. No importa cuántas veces la golpease y la violase, ella todavía ‘ve el revestimiento de plata de su activismo’.
MacAuley continúa impulsando el totalitarismo de izquierdas aquí en los EE.UU. parece ser que ser arrestada en Turquía tampoco fue una llamada de atención. Por lo menos con su constancia hace honor a la reputación de que los liberales tienen una grave enfermedad mental.
Foto del día: MacAuley Twitter avatar

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