Estos días se ha producido en Estados Unidos la detención de Jeffrey Epstein, un norteamericano de origen judío acusado de abusar sexualmente de más de 80 adolescentes y que sería el cabecilla de una trama de abusos sexuales a menores de edad.
Esta trama sería otra más de las que, por desgracia, tanto abundan de este tipo, de no ser porque los “clientes” de Epstein eran realmente especiales. Estamos hablando de políticos de élite, incluidos algunos ex-presidentes de Estados Unidos, grandes empresarios y personalidades, hasta familias reales…todos ellos visitaron las mansiones que Epstein tenía en Nueva York y en Florida donde supuestamente tenían lugar las orgías con menores de edad. Especialmente llamativa era la mansión en Florida, pues estaba situada en una isla a la que llamaban “La Isla Lolita”, en el que se podía ver un extraño templo con un búho en su fachada, parecido al que utiliza la Orden Bohemian Grove ¿qué rituales se llevaban a cabo en este templo?
Pero ¿quién era Epstein?¿de dónde sacó su fortuna? la versión oficial es que Epstein se dedicaba al mundo de las finanzas, pero la verdad es que no era nadie hasta que conoció a Leslie Wexner, otro millonario americano de origen judío y dueño de Victoria´s Secret, quien puso a Epstein a su servicio. Wexner, además, formaba parte del Mega-Grupo.
¿Qué era el Mega Grupo?
En 1998, el Wall Street Journal identificó a Wexner como una figura destacada del “Mega Grupo” fundado en 1991 y formado por un pequeño grupo de «filántropos» multimillonarios americanos de origen judío, que se reunían de forma periódica ¿para qué? para proteger los intereses del sionismo y del Estado de Israel. También formaban parte de este Mega Grupo otros millonarios sionistas influyentes como Charles Bronfman, Leonard Abramson, Edgar Bronfman, Max Fisher o Steven Spielberg.
Lo que debería investigarse es la presunta conexión de este grupo con Epstein. Se han descubierto cámaras en las habitaciones de las mansiones de Epstein. Es evidente que las personas influyentes que tenían relaciones sexuales con menores de edad eran grabadas sin que ellas lo supieran ¿para qué? para chantajearles. Y en este caso, todo indica que el chantaje consistiría en llevar a cabo políticas que siempre fueran favorables para el sionismo y para el Estado de Israel. Lógicamente, no toda la comunidad judía americana apoyaría estos métodos pero sí es posible que lo haya hecho un pequeño grupo de supremacistas sionistas conectados con élites israelíes.
Epstein parecía tener un extraño “ángel de la guarda”. Ya fue detenido y juzgado en 2007 pero, a pesar de todas las pruebas en su contra, fue condenado a 18 meses de cárcel, de los que solo cumplió 13 en una cárcel de seguridad mínima a la que solo tenía que ir a dormir. El Fiscal del caso, Alex Acosta (actual Secretario de Trabajo de Donald Trump) declaró más tarde que había recibido indicaciones de dar un trato suave a Epstein, pues se trataba de un “asunto de inteligencia”.
La pregunta es ¿para qué “Inteligencia” trabajaba Epstein”?
Difícilmente podía tratarse de la americana. O al menos, de aquella inteligencia que se preocupa de los intereses americanos. Teniendo en cuenta las conexiones de Epstein, los indicios apuntan a la inteligencia israelí. Más aún cuando vemos cómo la prensa americana ha tratado todo este asunto con bastante indiferencia. Otro indicio importante sería la “madame” de Epstein, la mujer que le conseguía las jovencitas. Se trata de Ghislaine Maxwell, hija de Robert Maxwell, un magnate judeo-británico de los medios de comunicación que murió en extrañas circunstancias en el año 1991. La inteligencia británica le acusó en su momento de trabajar para la KGB y para el Mossad. Esta segunda opción nos parece la más probable de las dos ¿para qué se iba a meter una multimillonaria como Ghislaine Maxwell en un asunto tan turbio como este?¿por dinero? está claro que no, detrás hay una operación de inteligencia con conexiones lo bastante importantes como para gozar de impunidad absoluta, como parece que gozaba Epstein, que en 2018 volvió a librarse de la cárcel.
Es cierto que Epstein ha sido detenido, pero estamos aún lejos de saber los motivos, porque de momento no hay más detenidos ni se ha investigado a los jefes de Epstein. Y dudamos mucho que se haga. Esperemos que esto no acabe con otro apaño y con Epstein de nuevo en la calle o disfrutando en alguna playa israelí.
De nuevo, el caso Epstein nos devuelve a la actualidad dos casos que estamos comentando continuamente: el del espionaje israelí contra los Estados Unidos y el de las tramas de pedofilia. Los sionistas del mundo y de España nos empujan constantemente a que nos sometamos a los intereses israelíes pero vemos cómo trata este país a su supuesto aliado más leal y que le da todo tipo de apoyo económico, militar y político a Israel. Casos de espionaje como el de Johnatan Pollard y el AIPAC, atentados de falsa bandera como el asunto Lavon o el ataque contra el USS Liberty y, aún más grave, una política agresiva en Oriente Medio en beneficio de Israel que le ha costado a Estados Unidos miles de vidas y billones de dólares.
En cuanto a las tramas de pedofilia, sabemos que estas tramas se dan en ciertas élites que nos gobiernan, como una especie de “peaje” que hay que pagar para pasar a formar parte del selecto club de los poderosos y para asegurarse de tu silencio y tu colaboración eterna. Y cuando no lo haces de forma voluntaria, te graban, te chantajean y el resultado es el mismo. El caso Alcácer en España ¿formaba parte de una de estas tramas de pedofilia elitista?
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