Enrique López

Enrique López

He visitado en varias ocasiones Londres. Para mi siempre fue el Palacio Real, la National Gallery, el cambio de la Guardia, la Guardia Montada ante el Almirantazgo, los grandes museos militares, la Torre y sus leyendas….La Abadía de Wensmister, la Catedral católica y, ¡como no! Asistir a la Santa Misa en el maravilloso Oratorio de Brompton. ¡En latín, entre nubes de incienso y olor a siglos!. Allí por una hora que se me hacían segundos podía olvidar el infame Conciliábulo Vaticano II y su olor a azufre.

Si. Cada vez que volvía a Londres notaba como la espesa marea de la inmigración invasiva iba subiendo: caribeños, africanos, pakis, indios…Gracias a Dios por las zonas en que yo me he movido allí no se notaba demasiado esta oscura invasión.

Una vez expuesta mi atracción londinense, me veo en la obligación de pedir un Réquiem por Londres. Otrora capital de un imperio y hoy humillado e invadido. La elección de un alcalde – creo que allí se le llama Lord Mayor – musulmán e inmigrante me duele, me indigna y me abochorna. ¿Qué locura puede explicar esta votación? Se que ya casi la mitad de su población es inmigrante, pero aunque todos ellos hayan votado al moro ¿Cuántos británicos de verdad, vendidos al socialismo, le han dado su apoyo?.

Hoy es Londres, ¿mañana que gran ciudad europea tendrá a un enturbantado, a un no-europeo al frente?. Mañana, muchos de sus votantes, renegaran de su voto viendo como favorece a los suyos, riega de ayudas a los parásitos y acribilla a impuestos a “los blancos”. ¿Qué esperábais, tontos útiles?

Habeis votado a un invasor. Ahora disfrutad vuestra traición. Ahora llorad como borregos lo que no supisteis defender como hombres de honor. Ricardo Corazón de León, Nelson, Gordon, Wellington…se revolverán en sus tumbas. ¡Pobre Londres! ¡Pobre Europa!.

El laborista Sadiq Khan, primer alcalde musulmán de Londres