El pasado domingo día 21 de abril, los vascuences asistieron a los comicios electorales para depositar su voto en las urnas de metacrilato, eso sí, con mucha dignidad liberal.

Una vez Ícaro se fue, la majestuosidad de la luna tomó partido y de ahí surgieron en base al escrutinio los debates bizantinos entre los politólogos de la televisión; separatista, aldeana y rupturista con la soberanía nacional española.

Como se vaticinó en esa compota denominada «encuesta». La pugna se dirimió entre Bildu y el PNV, por el control de la quimera distópica denominada Euskal Herria.

Un engendro, creado y patentado por Sabino Arana y Goiri que renegó del tradicionalismo por el separatismo en el año 1.895, justamente tres años antes de la pérdida de las III provincias españolas: Cuba, Puerto Rico y Filipinas.

Como era previsto, los designios auguraron que Bildu iba a sobresaltar en la palestra, besando el cuello del PNV. Dando lugar a un parlamento vascuence; separatista, rupturista y atomizador.

Llegados a este punto, los nacionalistas españoles llevamos siendo “El Pepito Grillo” desde la gestación de la constitución que engloba el régimen del 78.

El constitucionalismo de la derecha sociológica ha antepuesto el engendro de la Constitución a la nación española. Cuando España es histórica, cultural y antropológicamente una nación antiquísima.

¡España es una nación no una Constitución!

Nihil obstat, la culpabilidad no recae en las formaciones separatistas que ansían romper el cordón umbilical de España, junto con las organizaciones políticas que abogan por el derecho a decidir, pero que luego se oponen a que Putin realice un referéndum para anexionar las repúblicas de Donetsk, Lugansk, Jerson y Zaporiyia. Posicionándose con Ucrania que ha sido subyugada por los EEUU y condicionada por Israel.

La Constitución cosifica la palabra España y es contradictoria en su artículo II, ya que cita textualmente: «España es una nación de nacionalidades y regiones».

Dando lugar al regionalismo cantonalista como el de Francesc Cambó, de ahí al Estado federal y confederal hasta derivar en el derecho a decidir. Vamos, que se lo ponen en bandeja de plata, así de claro.

Rajoy: el gran traidor que sacó a decenas de etarras de las cárceles

ETA es una gran nación (Mariano Rajoy Brey)

Este jocoso lapsus de Mariano Rajoy, el que fuere presidente del gobierno, ha vaticinado los designios de Vasconia y la coherencia de las formaciones separatistas que nutren y componen una amplia porción del parlamento vascuence.

De hecho, aquellos que se oponen al separatismo son los que han pactado con ellos o defienden a capa y espada al régimen borbónico, liberal e inorgánico.

Como dijo Juan Vázquez de Mella, no se puede poner tronos a las causas y cadalsos a las consecuencias.

Recordando las palabras de José Antonio Primero de Rivera: «el separatismo es un crimen que jamás perdonaremos. Tenemos una FE resuelta en la que están vivas las fuentes genuinas de España: España ha venido a menos por una triple división, la división engendrada por los separatismos locales, la división engendrada por la lucha de clases y la pugna entre los partidos políticos. Cuando España encuentre una empresa colectiva que supere todas esas diferencias. España volverá a ser grande como lo fue en sus mejores tiempos».

Todos los presidentes desde el 78 han favorecido a la causa separatista

Vascongadas ha quedado a merced de buitres carroñeros como son el PNV y Bildu, mientras la derecha sociológica se pone de perfil y la socialdemocracia va a facilitar la investidura del PNV, empatado en escaños, que no en votos, con Bildu, los herederos de ETA.

La transición de plomo catapultó a las organizaciones terroristas y separatistas, beneficiándose de la ley de amnistía del año 1.977.

Los que nos posicionamos con España, sin paliativos somos contrarios a la Constitución. Lo dijimos desde el principio, pues con razón avisamos de que iba a desencadenar el separatismo, siendo condescendientes con el dragón.

Los «hunos» ejercen en este sainete de truhanes, el papel de Briseida y «los hotros» padecemos en nuestras entrañas, la cólera de Aquiles versus el dragón.

Antes de que se nos precipite, la espada de Damocles encima ya lo vaticinamos, han pasado 45 años y la razón se ha expuesto. Ahora Vasconia está en manos de los enemigos de España.

No se puede echar democracia liberal e inorgánica en la cesta de la compra (Blas Piñar López)

Es el momento de dejar de preguntarse, Quo Vadis Hispania Terra Nostra?

Y pasar, inmediatamente, al memento audere Semper! de Gabrielle d’Annunzio, sensu contrario cual fichas de dominó, perderemos las III regiones de Vasconia, Cataluña y Galicia.

A los pueblos, es cierto de que le mueven los poetas, pero según vaticinó, Oswald Spengler ¡Es un pelotón de soldados, quien salva a una civilización!

NO NOS ENGAÑAN: VASCONIA Y CATALUÑA SON ESPAÑA!

El nacionalismo social es el alma de los pueblos (Oswald Mosley).

El patrioterismo de zarzuela y canapé es propio de la burguesía, el internacionalismo carece de espiritualidad y el separatismo; burgués es propio de padecer resentimientos aldeanos (Miguel de Unamuno: escritor adscrito a la generación del 98)

¡ESPAÑA PREVALECERÁ!

Nico Muñoz