Ayer conocimos la noticia contando que un juzgado de Madrid ha abierto diligencias contra la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gomez, por supuestos delitos de corrupción y tráfico de influencias. Rápidamente, en la sesión de control, el presidente Sánchez hizo el paripé para comenzar así una campaña victimista en defensa de la «sacrosanta intocabilidad de su esposa» y contra la ultraderecha.

Horas más tarde, Pedro Sánchez publicó una carta dirigida a la ciudadanía en la que se toma la libertad de afirmar que va a meditar durante cuatro días, antes de sus declaraciones del próximo 29 de abril, día en el que tendrá una decisión tomada sobre su dimisión o continuidad al frente del Gobierno de España.

Resulta una tomadura de pelo que Sánchez se dirija a la ciudadanía, la misma que no puede tomarse este privilegio, de meditar unos días a gastos pagados, aunque motivos hay suficientes, pues el Gobierno criminal está terminando de liquidar y arruinar España. No sabemos lo que hará Pedro Sánchez el próximo 29 de abril en sus declaraciones. Dependerá de los movimientos que realice estos cuatro días.

Lo que sí sabemos es quién pone y quita gobiernos, y no es menos cierto que el régimen del 78 está sometido al eje Washington Tel-Aviv y al estado sionista de Israel no le han gustado los gestos en defensa de Palestina y el alto el fuego.

Es por ello por lo que se puede explicar que el Presidente Sánchez se vea acorralado sin el completo apoyo del aparato judicial y le esté desbordando la situación.

Recordemos cómo la Audiencia Nacional ha reabierto, a través de Francia, el caso «Pegasus» de espionaje Marroquí con tecnología Israelí y el posible conflicto inminente entre Israel e Iŕan no ayuda. El sionismo no puede permitirse en la zona del Mediterráneo un gobierno poco fiable que en sus declaraciones se pone de lado del pueblo Palestino, aunque en la práctica el gobierno del PSOE se alinee con la OTAN y los Estados Unidos.

El presidente Sánchez necesita un balón de oxígeno que ni siquiera le va a dar el señalamiento a la ultraderecha, salvo que se esté gestando una falsa bandera o auto-golpe para que los acontecimientos giren a su favor.

Sea como sea, el Gobierno debe ser juzgado y el PSOE ilegalizado por banda criminal y es necesaria una MOVILIZACIÓN NACIONAL en DEFENSA DE ESPAÑA contra el podrido régimen del 78.

Pedro Chaparro (Presidente de Democracia Nacional)