La verdad es que da gusto escuchar al juez, las cosas por su nombre, sin miedo, sin cortapisas, y si hay que llamar puta o puto a quien sea se dice, e imbécil y mal padre a un mal padre se dice. Hay que quitarse los complejos y llamar a las cosas por su nombre como se ha hecho toda la vida.
La verdad es que da gusto escuchar al juez, las cosas por su nombre, sin miedo, sin cortapisas, y si hay que llamar puta o puto a quien sea se dice, e imbécil y mal padre a un mal padre se dice. Hay que quitarse los complejos y llamar a las cosas por su nombre como se ha hecho toda la vida.