El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendió el martes su decisión de rescindir el programa DACA, que protege actualmente de la deportación a 800.000 jóvenes traídos sin papeles al país cuando eran niños, aseverando que la «prioridad» son «los trabajadores estadounidenses».

«Nuestra primera y más alta prioridad en el avance de la reforma sobre inmigración debe ser mejorar los empleos, los salarios y la seguridad de los trabajadores estadounidenses y sus familias».

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En su cuenta de Twitter Donald Trump ha incluido mensajes como «No os equivoquéis, vamos a poner los intereses de los americanos primero. Los hombres y las mujeres olvidados ya no lo serán más» o también «Estamos construyendo nuestro futuro con manos americanas, trabajo americano, hierro, aluminio y acero americanos». Aunque está por ver si cumplirá lo que dice, vemos como un buen primer paso la decisión de anular el programa DACA. Pero su acción no puede quedarse ahí. Todos estos inmigrantes irregulares traídos de manera irregular a Estados Unidos deben ser repatriados cuanto antes a sus países de origen y Donald Trump debe, como prometió durante la campaña, construir el muro para controlar la inmigración ilegal y proteger los trabajos americanos.

Más aún, debe proteger el carácter europeo de los Estados Unidos, de lo contrario, las proyecciones demográficas indican que a medio plazo la población blanca europea pronto será una minoría en el país que fundaron sus antepasados hace 250 años. En Europa vamos por el mismo camino. La justicia europea obliga a Hungría y Eslovaquia a meter en su territorio a los «refugiados» que trajeron Merkel, Juncker y demás dirigentes de la UE. Desde aquí animamos a húngaros y eslovacos a incumplir esta demencial imposición. Hungría, como Eslovaquia, como España, como Estados Unidos…todos nos enfrentamos a la amenaza de convertirnos en minorías en nuestros países si no protegemos nuestras fronteras, nuestras familias y nuestros trabajos. Esperemos que Trump y Victor Orban puedan salir victoriosos de estos conflictos y que su ejemplo sirva de guía para todo el mundo europeo.

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