Los gobiernos de España y de Canarias han pactado una reforma de la Ley de Extranjería que consiste en obligar a todas las regiones de España a acoger a parte de los 6.000 MENAs que están en Canarias en este momento. Es lo único que se les ocurre: patada hacia adelante, que sigan viniendo y les seguiremos recogiendo y repartiendo por España aunque desconozcamos quiénes son y sus antecedentes penales.

Lo primero que llama la atención es la dureza del Gobierno de España con las regiones españolas al mismo tiempo que vive en una bajada de pantalones constante y en una actitud de sumisión y cobardía patológica frente a nuestro enemigo Marruecos, que es el principal emisor de estos MENAs. Todos conocemos las experiencias “multiculturales” que españoles de toda condición han vivido allá donde han tenido la desgracia de que les pongan cerca un centro de MENAs: drogas, agresiones sexuales, robos a ancianos y todo tipo de delitos. Pero como siempre, la opinión del pueblo español no cuenta y desde arriba ya se ha decidido que el flujo de MENAs no puede parar, en parte por el dinero, claro, pues los fondos europeos que financian estos centros los han convertido en un negocio más.

Pero hay una cuestión de mayor calado: las élites del R78 ya se han resignado y aceptado la extinción física de los auténticos españoles que ellos mismos han provocado con sus políticas anti-natalistas y ya han decidido su reemplazo por inmigrantes de otros continentes, básicamente africanos y amerindios. Y los MENAs son un tentáculo más de este proyecto. Son “los españoles del siglo XXI”, como nos repiten una y otra vez. Por eso los traen, por eso los “rescatan” en el mar, por eso hacen la vista gorda ante las evidencias de que muchos de estos supuestos MENAs son en realidad mayores de edad, por eso pagan a Marruecos, Senegal y Mauritania ¡para que nos los envíen, no para que lo impidan! por eso les ponen profesores, traductores, chicas de la Cruz Roja y todo lo que haga falta, por eso no los envían con sus padres a África, como debería hacerse…es un efecto llamada deliberado para que no dejen de venir.

El Ministro Ángel Victor Torres (probable masón) y el presidente canario, Clavijo. Los dos promotores del acuerdo de la vergüenza.

Como siempre, la repugnante izquierda aporta toda la munición ideológica, falso buenismo y chantaje emocional para que el pueblo español no reaccione ante su limpieza étnica y su reemplazo, mientras que la todavía más repugnante derecha del PP , como siempre, se limita a ser el tonto útil de la izquierda globalista. VOX, por su parte, marea con su discurso “contra la inmigración ilegal”, sin más, cuando los ilegales son apenas el 5% de los inmigrantes que hay en España y el 90% de esos ilegales son sudamericanos y centroamericanos que entran en oleadas en avión, fenómeno que VOX y su entorno ocultan de manera deliberada, convirtiéndose en cómplices de la inmigración ilegal, por mucho que finjan atacarla. Es absurdo quejarte por 6.000 MENAs mientras miras hacia otro lado ante la entrada de 600.000 “latinos” que se quedan ilegalmente en España cuando les caduca el visado de falso “turista” con el que llegan.

Esto no va de inmigración “ilegal”, sino de inmigración de reemplazo étnico. Por lo tanto, en DN lo tenemos muy claro: somos nacionalistas y nuestra única prioridad es el bienestar y la seguridad de nuestra gente y el futuro de las próximas generaciones de auténticos españoles, los de verdad. Así que nos trae sin cuidado que los inmigrantes MENAs (y los adultos de África o de cualquier otro continente) quieran “una vida mejor”, peor o regular, y tampoco tenemos ninguna obligación de dársela. No es nuestro problema. Nuestro Estado no es una ONG y su única obligación y función es proteger los intereses del pueblo español.

Por lo tanto, desde DN pedimos la expulsión de todos los MENAs y el retorno a su país o al menos su devolución al país del que salieron: Marruecos. Y no solo eso, pues no solo hay que deportar a todos los MENAs, sino a toda la inmigración que sobra, sea legal o ilegal.

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