Como era de esperar, la Comisión de Justicia del Congreso ha aprobado la Ley de Amnistía promovida por Pedro Sánchez y sus socios separatistas. Faltando de nuevo a su palabra, el Gobierno ha modificado la ley anterior, que fue rechazada, para favorecer todavía más a los golpistas separatistas. Se confirma la auténtica naturaleza del R78: un sistema creado, diseñado y financiado por los enemigos de España para balcanizar y cargarse nuestro país. Por eso los separatistas han sido los niños mimados del sistema desde la Transición. Por eso se aprobó la Constitución y el infame Estado de las Autonomías. Por eso se legalizaron todos los partidos separatistas, incluida la terrorista Herri Batasuna. Por eso se pactó con ETA salvándola cuando agonizaba. Por eso no se ilegalizaron los partidos separatistas catalanes tras el golpe del 1 de octubre de 2017. Porque son necesarios para convertir España en un estado federal vasallo de Bruselas, de la UE.

De Bruselas, donde se escondió la rata de Puigdemont, y que más tarde fue acogida en el parlamento europeo. Y por mucho que la derecha liberal nos quiera contar historias diciendo que “la UE lo impedirá”, la UE no va a impedir nada. De hecho, el Gobierno se ha apoyado en normativas europeas para aprobar esta ley. Tiempo han tenido los distintos tribunales europeos (Francia, Italia, Suiza, Bélgica, Alemania…) para colaborar con España y ni uno lo ha hecho. Como mucho, la UE pondrá algún pequeño parche para quedar bien y para que el bobo derechoide medio español la siga defendiendo. Porque la derecha liberal globalista, esa que ya ha montado la nueva manifestación trampa para este sábado en Madrid, forma parte del golpe, como falsa disidencia, lanzando cortinas de humo constantes para que el español medio nunca entienda lo que está pasando. Ya lo hicieron en 2017, presentando a Felipe VI como un falso salvador y canalizando toda la protesta y todo el cabreo patriota hacia el inútil constitucionalismo monárquico europeísta.

Y lo hacen ahora inventándose una falsa trama rusa para que el español medio descargue su enfado contra Moscú en lugar de hacerlo contra Bruselas y contra la fundación Henry Dunant, la que desde Suiza está haciendo de mediadora en las negociaciones, y que cuenta con el ex OTAN Javier Solana como presidente de honor y con la financiación de Soros y Rockefeller. Si de verdad Puigdemont fuera un agente ruso ¿alguien se cree que las cúpulas de la UE y de la OTAN permitirían que un país miembro de las mismas protegiera y liberara al “agente ruso” de todos sus cargos, más aún en plena escalada del conflicto de Ucrania?

Esto solo lo arregla la población española protestando en las calles y rebelándose, no contra este Gobierno traidor (aunque derribarlo debe ser la primera preferencia de todo nacionalista español en este momento) sino del R78 en su conjunto, Régimen que nos ha convertido en un absoluto Estado fallido, y no solo en el plano territorial, sino en el agrícola, el alimentario, el sanitario, el industrial, el cultural, el demográfico, el energético, el cultural y en tantas y tantas materias en las que este putrefacto régimen se ha cargado todo lo que funcionaba hace 45 años.

dn@democracianacional.org 644807078