Segunda tromba policial en el barrio del Raval de Barcelona para sofocar el fenómeno de los narcopisos, domicilios ocupados y usados por los traficantes para el menudeo de la droga, tras el despliegue de la operación Bacar, librada en octubre del pasado año en el mismo vecindario contra la mafia dominicana. La macrooperación de este jueves, activada a las 16.00 horas de la tarde, ha reunido a un millar de agentes de los Mossos d’Esquadra, el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Urbana que han registrado un total de 35 narcopisos y han detenido a 50 personas, la inmensa mayoría de ellas de origen paquistaní.
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Nota de DN: los vecinos del Raval en Barcelona no paran de vivir enriquecedoras experiencias multiculturales. Hace unos meses fue una mafia dominicana la que fue desarticulada, ahora otra de paquistaníes. Aparte, senegaleses vagabundos que apuñalan a jóvenes en el cuello, manteros por todas partes, peleas a machetazos…hace muchos años que venimos avisando de lo que iba a ocurrir en este barrio barcelonés que ya cuenta con un 20% de población de origen paquistaní y una mayoría de vecinos extranjeros, pues los españoles honrados y trabajadores se largaron hace tiempo pues no les convenció la experiencia multicultural que les prometieron los políticos y las televisiones. Más de mil agentes han intervenido y han detenido a 105 extranjeros en la operación.
Esperemos que se empiece a investigar de una vez los posibles delitos que puedan estar cometiendo en nuestro país algunos miembros de la comunidad paquistaní, otra comunidad conflictiva pero que, como la china, parece que está cubierta por un extraño manto de silencio. Esperemos también que alguien nos explique cuánto dinero le ha costado al contribuyente todo este despliegue y esperemos también que la población barcelonesa y catalana despierten del estúpido matrix separatista en el que están metidos e identifiquen de una vez a los políticos locales y regionales como lo que son: enemigos de Cataluña.
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Cataluña está que da pena, y lo digo yo que soy nacido allí pero exiliado en Madrid, porque ya no aguantaba tanta mierda separatista y también por razones laborales, pero más bien por lo primero que por lo segundo.