Llevábamos un par de semanas organizando por toda España autobuses y coches para ir este domingo al Valle de los Caídos debido a los continuos ataques de la izquierda hacia una memoria difamada y una exhumación de los restos no sólo de Francisco Franco sino a también de los restos de José Antonio Primo de Rivera, siendo un ultraje y, sin ningún tipo de miramientos, deshonrando la memoria de dos grandes personajes de la historia que lucharon para que la izquierda, la República marxista y el comunismo, no gobernasen en España y cesaran los asesinatos y persecuciones que ya había antes de comenzar la guerra.
Llegamos el sábado a Madrid, algunos en coche, otros en autobuses y ya se sentía ese ambiente de defensa y lucha por nuestra memoria y defensa de lo nuestro, España y los españoles, por mucho que la mayoría de los medios ya empezaron a mover ficha con sus ya típicos ataques y difamaciones hacia los que nos íbamos a reunir en el Valle, con sus etiquetas nada nuevas como franquistas, fascistas, racistas, ultras y extrema derecha entre otras.
Durante toda la semana ya nos avisaban y sacaban en los pocos medios que se atrevían a contar que habían colas kilométricas en la entrada del valle y no sólo españoles, sino portugueses, franceses, croatas e incluso indios. Uno de ellos, para nuestras sorpresa, nos pidió hacerse una foto con la bandera del águila de San Juan.
Llegado el domingo fuimos con esa ilusión y esa lucha con las que nos levantamos todos los días ya que no sólo vamos a este tipo de actos y después nos quedamos en casita, no.
Yo mismo, como fundador de la plataforma política «Los Españoles Primero – LEP» y ahora también como delegado provincial de DN en Valencia y como otros muchos activistas y reconocidos luchadores que en este sector patriota estamos muy perseguidos, no sólo estamos en redes sociales sino que estamos al pie del cañón y en primera fila.
Recorriendo los casi 60 km que hay de Madrid al Valle nos encontrábamos por la carretera ya muchos coches y autobuses con banderas de España y conforme llegabas al Valle ya veías en muchas pasarelas de peatones o en muchas vallas, ese famoso cartel (que hicieron viral los medios de comunicación y la izquierda para difamar a todo español que apoyara esta concentración multitudinaria) con el que llenaron Madrid que decía «el Valle no se toca».
Ya en la entrada del valle habían esas colas que unos días antes pronosticaban esos medios valientes que se atrevían a contar la verdad, guardias civiles custodiando la entrada y la subida al Valle, que nos costó subir debido a esa cola.
Una vez aparcado el coche y entramos. En mi caso quiero agradecer a todos los que me saludaron, que fueron muchos, su apoyo y el reconocimiento que me habéis dado con el tiempo, porque sin vosotros los que también estáis ahí, muchos de nosotros no estaríamos donde estamos y desde aquí y en este artículo os doy de corazón todo mi agradecimiento.
Dentro fue un cúmulo de emociones varias, por el lugar en cuestión y viendo a la gente que está también en la lucha por España y los españoles allí, que éramos miles y no cientos como cuentan esos medios de desinformación.
La mañana y la tarde fueron cada vez a más. En el video del facebook de LEP (os pongo enlace) podréis ver todo lo que fue esa mañana: colas que nunca acababan, cánticos y emociones desatadas por los ataques de la izquierda hacia esa memoria que tanto han manipulado, una memoria que es parte de nuestra gran historia.
Hubo un momento donde podréis ver a una persona ya mayor acosada por la Guardia Civil, un poco exagerado pero bueno… al final conseguimos averiguar el porqué del suceso y era que sólo les pedía abrir una puerta más para agilizar la entrada. La gente estaba molesta por todo ese control sin sentido.
Y cuando digo molesta es porque en un principio había controles y quitaban incluso las banderas de España constitucionales aunque muchos conseguimos pasarlas sin que nos las requisaran, ya que la prohibición era dentro de la basílica donde no podías meterlas y no en el recinto exterior, pero las dudas que planteaban eran enormes porque a algunos no les dejaban exhibir fuera del recinto y sin embargo a otros no nos decían nada, en ese sentido no creo ni que ellos tuvieran claro dónde comenzaba la prohibición y donde acababa.
Nos encontramos a gente muy comprometida por España incluso gente de fuera como el Henk Groot, el famoso holandés franquista y gran persona, Manuel Canduela, presidente de DN… como políticos, activistas y sobre todo, a un pueblo allí presente que estuvo a una gran altura y que ha ido despertando y perdiendo ese miedo con el que los medios, la izquierda e incluso esa derecha rancia ataca y que intentan hacernos sentir que el ser español y defender a España, cosa que ellos no hacen, sea malo y, lo peor de todo, perseguido.
Desde aquí y gracias a la confianza de Democracia Nacional, que me ha dado esa oportunidad de escribir en su medio y dar mi opinión. Quiero agradecer su inconmensurable apoyo y que sea uno de esos pocos medios que no tiene miedo a mostrar y contar la verdad.
Esta lucha no ha de desvanecer, hay que dejar de tener miedo a esa izquierda violenta y las mentiras de esa derecha rancia, el ser patriota no es sinónimo de ultra, ni ninguna otra etiqueta y si os atacan por ello, sentíos orgullosos.
Ya que sólo demuestran que tienen miedo a la verdad y a ese pueblo español de gran historia y de luchadores, por lo que nos hemos caracterizado en los peores momentos, liberando a España de tantos traidores y expulsando a los invasores.
Me despido hasta el próximo artículo, días como el domingo te hacen sentir que tu lucha y la de otros muchos tiene un sentido, como ese espíritu español que, incansable e irreductible, sigue y que no acabará en aguas de borrajas o en saco roto, como muchos quisieran.
Por Germán Junqueras Montalvá
La de mentiras que hay sobre el monumento.
Pero nada de su valor arquitectónico y artístico.
Otra vez tiempo de rojos ignorantes.
ROBERTO CENTENO AFIRMA:
Pero esta jerarquía católica miserable, desagradecida y ruin, que ya han olvidado que si no fueron exterminados hasta el último, sus iglesias quemadas y sus centros de enseñanza cerrados, fue solo porque Franco aplastó al Frente Popular y les impidió hacerlo. Queden sus nombres para conocimiento y desprecio de los católicos y de todos los españoles de bien. El Cardenal Carlos Osorio, Arzobispo de Madrid, y el Cardenal Ricardo Blázquez, Presidente de la Conferencia Episcopal , a quienes se une también el Vicepresidente Cardenal Antonio Cañizares. Estos tres indignos pastores de la Iglesia de Dios, son lo que ha dado el visto bueno a la exhumación de lugar sagrado de quien salvó del exterminio a manos de los asesinos del Frente Popular.