Resulta obligatorio, antes de dar algunas respuestas a la pregunta formulada, ponerse en antecedentes.  Previamente al dudoso brote epidémico, en diciembre del año 2.019, en Wuhan (China), se estaba gestando una guerra fría entre los dos grandes bloques económicos, China y Estados Unidos. Esta guerra se ha denominado Guerra Económico-Comercial, iniciándose en marzo de 2.018 y desaparecida de cualquier medio público mundial a partir de diciembre de 2.019. Resulta impactante que en esas fechas, el candidato demócrata a la Presidencia de Estados Unidos, Joe Biden , declarase: “Estados Unidos tenía que enfrentarse a lo que veía como políticas comerciales injustas”. Conforme a estas declaraciones, el director del Observatorio de la Política China,  Xulio Ríos, dijo: “Biden también crearía más equilibrio entre la confrontación y la cooperación, aunque China seguiría siendo el rival al que hay que someter».

De repente, en el mismo mes del mismo año, aparece el brote epidémico en Wuhan que en pocos meses es extendido por todo el planeta. Simultáneamente, la Guerra Económico-Comercial mencionada va perdiendo fuerza mediática hasta casi desaparecer.

¿Casualidad o causalidad?

Simultáneamente a esta falsa paz, se hace conocer a la población que, tras la ingesta de aquel famoso murciélago en el mercado próximo a los laboratorios de Wuhan, ha empezado una epidemia. Desde entonces, China está reescribiendo el origen de esta plaga.

Actualmente, se desconoce cuál fue el verdadero origen del primer foco. Si bien la primera versión oficialista anunciada mundialmente fue el mercado de alimentos (esta teoría perdió bastante fuerza por varios estudios científicos), más tarde no se descartó una posible mutación artificial del propio virus SARS-CoV-2.

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La viróloga hongkonesa Li-Meng Yan ha hecho público un informe con las pruebas que demostrarían que el Covid-19 salió de un laboratorio chino. Los datos han sido publicados en la revista científica Zenodo en un documento titulado ‘Características inusuales del genoma del SARS-CoV-2 que sugieren una sofisticada modificación en laboratorio en lugar de una evolución natural’. El texto está firmado por otros tres científicos y avalado por la ‘Rule of Law Society’, una organización fundada por el magnate chino Guo Wengui, quién se encuentra exiliado en Estados Unidos y acusado de varios delitos como corrupción y abuso sexual. La viróloga Li-men también ha huido a este país para refugiarse de las amenazas de muerte que recibía en China.

Personalmente, me decanto por esta última idea científica, una vez estudiado este y otros artículos que defienden la misma idea.

Para enmarcar en el ámbito de la ciencia al SARS-CoV-2, entre otros muchos científicos, Joel Wertheim, profesor asistente de Medicina de la Universidad de California, San Diego (EE.UU.) explica a BBC Mundo “ Específicamente en los humanos, hay siete tipos de coronavirus conocidos que pueden infectarnos, los denominados HCovs». Cuatro de ellos (HCoV-229E, HCoV NL63, HCoV-HKU1, y HCoV-OC43) «suelen causar un resfriado común y pueden ser potencialmente más graves en personas inmuno-comprometidas», explica el especialista.

Y los tres restantes tipos de coronavirus que han causado brotes de enfermedades graves en humanos son el SARS-CoV (2002-2003), MERS-CoV (2012-actualidad) y ahora el SARS-CoV-2 2019, que se desconoce hasta cuándo estará presente.

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Las preguntas son obligatorias: ¿Por qué y para qué se realiza una mutación de este virus en un laboratorio chino en el año 2019?

Hilando con los antecedentes del principio, la Guerra Económico-Comercial entre las dos potencias, pongo de manifiesto el concepto acuñado en geopolítica: El atentado de falsa bandera.

Desde mi punto de vista, cómo expliqué muy brevemente en el artículo La economía y el Coronavirus: ¿Otra recesión económica encubierta? , los meses han ido pasando desde el origen del virus, y la finalidad de este atentado a nivel mundial no es otro que crear una crisis económica mundial dentro de la actual crisis de 2008. O dicho de otra manera, agudizar la propia crisis de 2008. Incluyendo igualmente, las medidas socio-políticas implantadas en contra de los ordenamientos jurídicos de los países, en este caso en España. Estas medidas fueron explicadas de forma muy esquemática en el artículo La Ley y el Coronavirus.

El SARS-CoV-2 es el falso pretexto para que se estén dando las actuales situaciones políticas, económicas y obviamente sanitarias.

El concepto de guerra biológica no es nuevo en la humanidad. Existen desde que el ser humano empieza a crear las civilizaciones. En la Edad Antigua bastaba con sitiar un emplazamiento, mantener el cerco firme, y dejar morir a la población asentada por falta de víveres.

Durante la Edad Media y la Edad Moderna, además de ésta y otras técnicas, se envenenaban las aguas que abastecían a la propia ciudad. Se catapultaban, por parte de los sitiadores hacia la propia ciudad,  animales o seres humanos fallecidos por peste negra, lepra u otras enfermedades, que por aquel entonces no tenían cura. El ejército atacante solo tenía que esperar a que la biología y la propagación de las enfermedades cumplieran con las leyes naturales y así poder diezmar a la población civil y militar. Con ello, obviamente, se conseguía la capitulación de la plaza en cuestión.

A principios de la Edad Contemporánea ya empieza a gestarse la guerra química como un subtipo de guerra biológica. Es muy conocido el gas mostaza durante la I y la II GM. Por otra parte, el lanzamiento desde el aire tanto en la propia II GM como en conflictos posteriores,  de agentes nerviosos serie G y serie V, así como combinaciones binarias con otro tipo de agentes químicos.

La gran y única diferencia de este tipo de guerra es que ya no se está produciendo en un poblado, en una ciudad o un solo Estado-Nación soberano, ahora este tipo de guerra se ha globalizado, afecta a la mayoría del planeta. ¿Y por qué causar este tipo de guerra contra la población civil ahora? Solo hace falta interconectar este modo de hacer la guerra a nivel mundial, con las decisiones y consecuencias político-económicas que estamos sufriendo para encontrar la respuesta a la pregunta. ¿Ha habido desde el inicio de la mutación de SARS-CoV-2 algún cambio político significativo en España y en el resto de países? ¿Se están respetando desde entonces los cimientos de la democracia o por el contrario se están vulnerando de manera sistemática los derechos fundamentales de los ciudadanos? ¿Todos estos comportamientos jurídicos se están ajustando a las normativas de los distintos Estados o son implantaciones obligatorias bajo riesgo de sanción en caso de incumplimiento? ¿Socialmente hemos notado algunos cambios desde entonces en los países europeos mediterráneos donde la vida social diaria y la interrelación entre personas formaban parte de nuestra psicología de grupo?

¿Económicamente hemos crecido o por el contrario nos han empobrecido todavía más? ¿Las economías domésticas se han visto afectadas desde entonces?

Víctor F. Lacambra. Abogado. Apto para Oficial Jurídico Militar y UME en Reserva de Ejército Español. Vicesecretario adjunto del Departamento Jurídico de Democracia Nacional. Subdelegado de Democracia Nacional en Aragón.