El Gobierno de España y el Estado Español que le otorga su Poder Ejecutivo han perdido la iniciativa y la partida. Jaque mate en dos jugadas. Y no es, porque no puede serlo, compartida.
Jaque mate en dos jugadas. Y no es, porque no puede serlo, casual, como no lo son el cúmulo de errores del Gobierno desde el 17 de agosto, fecha del lanzamiento definitivo de la independencia de Cataluña, tras los atentados y el fusilamiento de «los autores» desarmados.
Los pasos del Govern de la Generalitat, los que veremos a partir de ahora, son obvios. No podemos calificarlos de brillantes de evidentes que son. Y son los mismos pasos que debió dar el Gobierno español a tiempo: intervención de la Generalitat y convocatoria de elecciones autonómicas inmediatas, como exigía Rivera, que es el único que parece saber lo que se cuece en Cataluña y parece estar en contra.

Los partidos catalanes independentistas, como buenos partitócratas que son, hubieran llevado a las urnas a sus catalanets independentistas, olvidándose de la DUI. Porque un partitócrata, a la vista de unas urnas electorales, corre a ellas como un pollo a la pitanza.

El caso es que el gobierno de España no dio esos pasos, torpedeado por tanto traidorzuelo como hay en Madrid y tanto lobby especulador que corrompe o retrasa la toma de decisiones(*).
Yendo al grano, esto es lo que pasará en las próximas horas:
PRIMERO: Declaración de independencia de Cataluña, con proclamación de la República Catalana en el Parlament, que es el único órgano competente para hacerlo(**). Será por sorpresa, con un cambio de orden del día por razones de urgencia.Todos los reticentes a la independencia han sido laminados y amenazados, tendrá sus 72 votos a favor y 63 en contra.

SEGUNDO: Convocatoria de Elecciones a Cortes Constituyentes de urgencia, en la misma sesión. Lo hará Puigdemont, como President en funciones de la República Catalana. El plazo será de mes a mes y medio. Y los que tendrán que plantearse entonces si corren a presentar candidaturas a las urnas republicanas, o no, serán el PP, Ciudadanos y PSC, arrastrando con ellos a todos sus votantes y, si pueden, a todos los catalanes que no quieren ser carne de matadero bajo el yugo de la República catalana.

Repetimos: la connivencia del Gobierno es tan evidente que no puede considerarse fruto de incompetencia. El PP está en «el Ajo» del troceamiento de España. Hay negocio a la vista para las altas instancias financieras que dirigen sus decisiones.

ES INEXORABLE: Será, precisamente porque todo el cuerpo electoral catalán irá a votar, la consagración y la definitiva legitimidad de la República Catalana.
De hecho, el Estado de los Mansos financiará de oficio a todos los partidos, incluyendo a los independizados, les dará lo que les corresponda para sufragar sus campañas electorales. España estará dando el visto bueno a la independencia de Cataluña, lo cuente como lo cuente el Gobierno. Y la cómplice necesaria, Sáenz de Santamaría, se sentará a negociar una relación de igual a igual con las autoridades republicanas catalanas. Es decir, rogará que Cataluña acepte ser un estado libre asociado de España a cambio del pozo sin fondo de la asunción de déficits, latrocinios y excesos.

La campaña electoral a cortes constituyentes en Cataluña será la más violenta y sectaria que se haya visto nunca en España desde 1975. Todos los partidos traicionarán a la Constitución del 78, incluyendo a los integristas. ¿Cómo justificarán los ciudadanos o los peperos –no digo los socialistas, que son flexibles como lombrices– el participar en unas elecciones constituyentes bajo el amparo legal de la República Catalana como institución convocante.De ninguna manera: es que, si se niegan a participar en las elecciones constituyentes y a empujar a los catalano-españoles a las urnas –como se negaron en el pseudo referendo del 1 de octubre–, la victoria de los independentistas será por KO técnico.

No es que el Plan de Secesión sea brillante. Es que el Gobierno cede Cataluña. La partitocracia española la dio por perdida desde el mismo nacimiento de la Constitución de 1978, que no ha sido otra cosa que un compás de espera para que Cataluña adquiriera las estructuras de estado que lo permitieran.

En el interregno, a robar todos con saco y pala. Que no nos vengan a última hora con discursos patrioteros los mismos que cedieron la enseñanza a Pujol en 1996, sabiendo que en dos décadas transformarían a la juventud catalana en una abducida masa de delirantes defensores de Cataluña contra las fuerzas de ocupación españolas.

Fue Aznar –Rajoy fue luego uno de sus ministros– el que convirtió a España en una «fuerza de ocupación en Cataluña» a cambio de presidir el Gobierno en Madrid y disponer del BOE para iniciar la era de la mayor corrupción que se recuerda en España, a manos del PP. La fiesta-botellón ha durado 40 años.

Ahora toca recoger la basura, las vomitonas y asumir el dolor de cabeza. ÁCRATAS (*) Además de las presiones sufridas que no son casualidad: atentados del 17-O, dos cazas del ejército derribados, un fuego descontrolado en Galicia con centenares de focos, imposibles de lograr sin el uso de drones incendiarios, el conato de asalto a La Zarzuela… (**) El Comando Aranzadi sabía que la pregunta de la carta de Rajoy sobre si Puigdemont había declarado o no la República era una gilipollada. Obviamente no, no tiene esa competencia ni siquiera en una partitocracia. Puigdemont pidió el 10-O la suspensión del Plenari para declararla.

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Comentario publicado en el ultimo programa de Aquí la Voz de Europa.

Por |2017-10-19T10:54:50+02:0019/10/2017|Cartas a DN, Opinión|Sin comentarios

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