Las elecciones de Andalucía de este domingo han supuesto un auténtico vuelco electoral en dicha región, pues se ha puesto fin a cuarenta años de hegemonía socialista. Ha sido un hundimiento total de la izquierda “progresista” que, con toda seguridad, llevará al tripartito liberal-derechista formado por PP, VOX y Ciudadanos al gobierno regional.

Bajan los partidos tradicionales, el PP y el PSOE, pero también bajan los podemitas de Adelante Andalucía, la disidencia controlada izquierdista que el R78 se sacó de la manga hace cinco años para canalizar el descontento social por la crisis económica que había en ese momento.

Suben Ciudadanos e irrumpe fuertemente VOX. Ciudadanos ha apoyado al gobierno del PSOE en estos últimos años, pero no solo no ha bajado como lo ha hecho el PSOE, sino que ha subido, lo que significa que la población andaluza ha votado en clave nacional, apoyando a los dos partidos que, a efectos de la población se han significado más en contra del separatismo catalán, un separatismo que, por su racismo anti-español, pero especialmente anti-andaluz, provoca mucho rechazo entre la población andaluza.

Pero hay algo más, pues si la gente hubiera votado solo en clave de rechazo al proyecto secesionista anti-español, todo este voto se habría ido en masa a Ciudadanos, pero no ha sido así. El problema de la inmigración masiva ha irrumpido de lleno en esta campaña.

Entra VOX con 12 escaños, algo que ninguna encuesta pronosticaba. Y el único tema que diferencia a VOX de Ciudadanos es el discurso de la formación de Santiago Abascal pidiendo más control de la inmigración masiva. Andalucía es la primera linea de la invasión islámico-africana por nuestra frontera sur y, desde antes del verano, este año ha sido especialmente grave a dichos efectos, pues han llegado más inmigrantes ilegales que nunca. Especialmente llamativo es el caso de Cádiz, la provincia más castigada por la inmigración ilegal, en la que VOX ha conseguido incluso 2 diputados, y también en la localidad de El Ejido, con un porcentaje elevadísimo de inmigración, en el que VOX ha sacado unos resultados importantes.

Por nuestra parte, solo podemos felicitarnos del aumento del voto Nacional en Andalucía. Se demuestra que el discurso correcto es el que Democracia Nacional ha predicado en el desierto durante décadas, con el rechazo incluso de los actuales dirigentes de VOX que, cuando medraban en el PP (e incluso en los inicios de VOX), ignoraban el problema de la inmigración ilegal. Pero no solo en inmigración, también fue Democracia Nacional el partido que, englobado en la coalición Por España Me Atrevo, sacó al voto Nacional (no al “constitucionalista”) a las calles de Cataluña para hacer frente al separatismo.

DN siempre ha tenido razón en su discurso y ha sido ese discurso el que ha obligado a todo el R78 a mover ficha y a provocar un corrimiento de tierra electoral hacia las posturas identitarias y de protección de fronteras. Han sido los miles de militantes y simpatizantes anónimos de DN los que, con sus campañas electorales, sus pegatinas, sus carteles, sus comunicados, sus conciertos, sus manifestaciones, su aguantar el tipo ante las agresiones de la extrema izquierda y las persecuciones judiciales, los que han mantenido viva la llama de la Resistencia Nacional identitaria durante más de 20 años y, aunque ahora, de momento, ha sido VOX el que ha cogido esa antorcha, todos esos miles de militantes y simpatizantes pueden estar orgullosos y comprobar que todas sus horas de militancia 100% idealista no fueron en balde. Hasta el farsante de Pablo Casado se ha visto obligado a realizar discursos pidiendo un mayor control de la inmigración. La diferencia la ha marcado el dinero y el apoyo mediático que a DN siempre se le ha negado mientras que VOX lo ha disfrutado a manos llenas. Es pronto para decir si VOX es un partido fiable o no, pues parece ir en la misma linea que el resto de la alti-right europea, un fenómeno extraño que parece tener apoyos internacionales poco recomendables, pero a la espera de verlo lo que sí se confirma es lo que llevamos tiempo afirmando: continúa aumentando la “derechización” (e incluso la “ultraderechización”) de la población española, y las elecciones andaluzas lo han vuelto a demostrar.

Por desgracia, esa “derechización” va a ir al tripartito liberal-derechista que, con toda seguridad, va a gobernar Andalucía, tripartito cuyo objetivo será coger toda esta radicalización Nacionalista de la población española y, poco a poco, ir integrándola en el Sistema, en el R78, cambiando algo para que al final todo siga igual. No podemos evitar ver las similitudes entre el ascenso de Podemos en su momento y el actual ascenso de VOX, operaciones de propaganda casi calcadas en su ejecución, por lo que habrá que estar atentos a los acontecimientos a partir de ahora pero, como decimos, en este momento solo podemos expresar nuestra alegría al ver que, con independencia de a quién vote, todavía queda en España una parte de la población sana que se resiste a morir.

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