Hace unos días se celebró en Castellón el XVIII Congreso Internacional de Turismo. Al mismo asistieron varias personalidades públicas como el Consejero de Economía valenciano, el alcalde de Castellón y el presidente de la Diputación Provincial. Todos ellos, más una serie de “expertos” llegaron a la misma conclusión: la única salida de Castellón para crear empleo es el turismo.

Parece mentira pero de nuevo volvemos a la situación previa a la crisis. Volvemos quince años atrás. Entones el turismo también iba a ser la salvación de nuestra economía: nos contaban la cantidad de campos de golf y de parques temáticos que se iban a construir por toda la provincia y por toda la Comunidad y que nos iban a convertir “en la Florida de Europa”. Luego vinieron los Marina d´Or, las Ciudades de las Artes y de las Ciencias, las Terras Miticas y los edificios de los Calatrava de turno.

¿Y a dónde nos llevó todo eso? A corto plazo, a una burbuja inmobiliaria que parecía funcionar, pero que al estallar demostró que ese tipo de crecimiento no tenía ninguna base sólida. Luego vino la quiebra de las entidades financieras que pusieron el dinero para aquellos macro-proyectos y el posterior endeudamiento público para rescatar a las mismas. La mayoría de aquellos proyectos “para potenciar el turismo” acabaron en pufos espectaculares. Los campos de golf y los parques temáticos siguen sin aparecer por ningún sitio.

Llegó la crisis y nos ofrecieron la solución mágica: más construcción y más obra pública. Y ni siquiera financiados por un Banco Nacional soberano sin deuda, algo que aún podría valer, sino a base de más deuda externa. Y entonces llegaron el aeropuerto que iba a crear 18.000 empleos (de momento apenas ha creado una docena), el Palacio de Congresos y el Palau de la Festa, en los que se supone que cientos de empresas organizarían convenciones y conferencias de manera continua, pero la realidad es que apenas se hace nada. Y finalmente el TRAM, el tranvía ecológico, que ha supuesto un enorme gasto y ha obligado a levantar media ciudad sin que el ciudadano medio se haya visto beneficiado en nada, pero sí que se benefician los constructores con extrañas relaciones económicas con ciertos partidos.

Y ahora que, supuestamente, salimos de la crisis (curiosa salida con un 25% de paro) nos vuelven a vender la moto. Castellón necesita más turismo, nos dicen, y esto se conseguirá con el AVE y potenciando el aeropuerto. No parece que esas infraestructuras vayan a traer nada especialmente positivo. El AVE se ha mostrado una ruina en la mayoría de sus tramos, pero aún así se potencia, mientras carecemos de trenes de cercanías en una parte muy importante de la provincia. El aeropuerto lleva más de cuatro años parado y tenemos serias dudas de que se vayan a cumplir las previsiones que se anuncian ¿no estarán, como hace cuatro años, falseando la realidad de cara a las elecciones?

¿Y qué hay del resto de los sectores productivos? Ni siquiera se mencionan la agricultura, la ganadería y la pesca. Tenemos el suelo, tenemos el clima, tenemos la experiencia…pero parece ser que no interesa potenciar estos sectores, ya que en esta Unión Europea en la que nos metieron, como siempre, sin consultarnos, parece ser que el papel de España es el de ser el burdel-asilo de Europa, despreciando sectores como la industria agro-alimentaria y muchos otros que también podrían crear empleo. Evidentemente, sería de locos no aprovechar nuestro clima, nuestras costas, nuestro interior y nuestra gastronomía para potenciar el turismo, pero también es de locos pretender que toda la provincia y el país entero vivamos del turismo. La experiencia de los últimos 35 años demuestra que eso no es posible y, cuando nuestra clase política se acaba dando cuenta, no le queda otra opción que montar una nueva burbuja financiero-inmobiliaria-especulativa para poder dar trabajo a la población que ha sido expulsada del mercado laboral, lo que inevitablemente nos acaba llevando a otra crisis, que es siempre lo que ocurre cuando se tiene un modelo productivo basado en mano de obra barata de baja cualificación

Nuestra recuperación económica no puede venir sólo del turismo. Necesitamos más agricultura, más industria y más tecnología, lo que se consigue formando a nuestros jóvenes en Escuelas de Capataces y de Formación profesional cualificadas y, desde luego, necesitamos menos inmigración, que es un lastre para el cambio de modelo productivo que tanto necesitamos, si no queremos vivir en una crisis permanente.

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Juan Sales, candidato a la alcaldía de Castellón

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