A raíz de las declaraciones de Josep Barberá, número 3 de la lista de Compromís-Esquerra Republicana por Benicarló, se ha organizado cierta polémica en las redes sociales. Barberá, recordemos, puso unos comentarios en su twitter en los que ridiculizaba la procesión de subida del Cristo de Benicarló a la iglesia de Sant Bertoméu del pueblo, una tradición muy arraigada en Benicarló, ya que se celebra desde el siglo XVII

Al alcalde Marcelino Domingo (del PP) le faltó tiempo para hacerse el ofendido y presentarse como el gran defensor de las tradiciones del pueblo, en este caso una tradición de corte cristiano. No debe sorprendernos lo que ha pasado ¿es una novedad que desde partidos, asociaciones o medios de comunicación izquierdistas se ridiculice cualquier asunto en el que el cristianismo esté implicado de algún modo? Llevan haciéndolo durante décadas, y teniendo en cuenta que el PP hace mucho tiempo que le dio el monopolio de la Educación y la Cultura a la izquierda, no creemos que ningún miembro de este partido esté en condiciones de decir nada.

Ridiculizar nuestras tradiciones (especialmente las cristianas) ha sido una actitud constante de los partidos y políticos izquierdistas. Hacerlo era de “rebeldes”. Esas tradiciones eran “carcas” y “pasadas de moda” y poco menos que tenían que ser erradicadas y ser sustituidas por lo “moderno”. Pero ahora resulta que tenemos un porcentaje altísimo de inmigración islámica en Benicarló, que profesa una religión que representa todo lo contrario de lo que supuestamente defienden los señores del PSOE, de Esquerra Unida y de Compromís, pero en este caso ni el señor Barberá ni nadie se atreven a abrir la boca. Con el islam, todos estos “rebeldes” se vuelven unos mansos corderitos dispuestos a aceptar cualquier cosa. Se acaba de detener una nueva célula islamista en Badalona ¿es muy descabellado pensar que cualquier día pueda ocurrir lo mismo en Benicarló? Es cierto que no todos los musulmanes son integristas (faltaría más) pero también lo es que, cuanto más grande es la concentración de musulmanes en un municipio concreto, más fácil le resulta a un integrista camuflarse en ella y pasar desapercibido. No sólo en Benicarló, el número de musulmanes en España ya se acerca a 2 millones.

En cuanto al PP, más le valdría estar callado en este asunto, ya que ha sido el principal culpable de la islamización del municipio. Ahí sí que coinciden todos. A la hora de defender la inmigración masiva y de discriminar a los autóctonos se ponen todos de acuerdo, tanto el PP como los izquierdista-separatistas. Si todos ellos siguen gobernando Benicarló, la situación sólo hará que empeorar.

Dice la candidata número 1 de Compromís por Benicarló, Marta Escudero, que España es un Estado laico. No lo es. Es un Estado aconfesional. Por supuesto que no debe imponerse ninguna religión, pero tenemos todo el derecho del mundo a celebrar abiertamente nuestras tradiciones y nuestra historia, y éstas son totalmente inseparables de nuestra identidad cristiana. Pero que no se preocupen los Josep Barberá de turno. Pronto habrá una mayoría musulmana en Benicarló y ese día es muy posible que la procesión del Cristo deje de celebrarse. Cuando lo mismo ocurra en el resto del antiguo Reino de Valencia, seguramente se dejen también de celebrar las fiestas de Moros y Cristianos o los homenajes a ese “islamófobo” llamado Jaime I. Suponemos que ese día los Barberá de turno estarán contentos pero ¿y el resto de la población?

Juan José Foix, Candidato de DN por Benicarló (Castellón)

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