Tras casi un año de vacunación masiva volvemos al punto de partida. Una nueva campaña de terror mediático vuelve a forzar a la población para que se vacune y crea las condiciones para que los diferentes gobiernos regionales impongan el totalitario pasaporte COVID, pasaporte que es avalado por los distintos tribunales regionales y, cuando alguno falla, como el vasco, ya está el Supremo, tribunal político, para corregir el «fallo en el matrix» de inmediato.
Todo esto es demencial. Ni siquiera esta nueva «ola» tiene ningún peligro en especial. Ola que, como todas, consiste en masivos PCR con sus falsos positivos, pero la cifra de ingresados sigue siendo bajísima y no digamos la de muertos. Y aunque subieran tampoco pasaría nada. Ocurre todos los años por estas fechas con las epidemias de gripe.
Nada justifica ni la tercera dosis a los adultos, ni el pasaporte COVID, ni la vacunación infantil ni la increíble persecución y demonización de los no vacunados que están llevando a cabo los terroristas y desinformadores medios de comunicación.
Es más probable que tengas una reacción grave y adversa a la propia vacuna que «morirte por COVID» si es que alguien a estas alturas aún sabe exactamente lo que es el COVID, que sigue sin ser aislado y secuenciado y muchas de las muertes que se le atribuyen son por causas que nada tienen que ver con ningún virus chino y sí mucho que ver con ancianos con patologías prevías que mueren por diversas causas, además de la masacre en residencias, la iatrogenia, los cánceres no tratados y, últimamente, la propia vacuna, con una oleada de «repentitis» que no son otra cosa que sus propios efectos secundarios.
Desde Democracia Nacional denunciamos esta dictadura sanitaria y nos oponemos a todas sus medidas.
Yo también me opongo.
Yo estoy acatarrado, y sin «vacunar». Ahora, los «asesinos» somos los que no nos «vacunamos» contra el COVID. Eso si, los socios del PSOE (Otegui y compañía), con las manos manchadas de sangre, con decenas de asesinatos sin resolver. Pero ellos son los «buenos». Los malos, los que no pasamos por el aro.
¡¡A TOMAR POR CULO!! ¡¡VIVA LA LIBERTAD DE OPINIÓN!! ¡¡NO A LA CENSURA Y A LA DICTADURA «SANITARIA».
Esto del virus es una más de los globalistas,y toda oposición contra ellos es poca.
De ello depende nuestra existencia.
Yo soy comerciante, y no pienso poner en mi local ninguna de estas nuevas mierdas dictatoriales del NoM.
Me da igual, que cambien la ley o lo que se inventen.
En mi cuerpo mando yó, y en mi local mando yó.
Me tienen que matar.
Y otra cosa, que dicen muchos estos subnormales del NoM, que luego los que no queremos pincharnos queremos que nos asistan.
Se pueden meter su asistencia sanitaria por donde les quepa, No la quiero, ni la necesito, y si lo quieren por escrito, lo pongo.
ESPAÑA, UNA, GRANDE y LIBRE, ahora más que nunca.
¡ARRIBA ESPAÑA!.