El Gobierno acaba de anunciar la aprobación de la nueva Ley de Memoria Democrática, que va en la misma línea que la anterior Ley de Memoria Histórica. Básicamente, el Gobierno decide cuál es la verdad histórica de lo ocurrido en España desde 1936 hasta 1975 y persigue y encarcela a todos aquellos que no están de acuerdo con dicha «verdad». Todo muy “democrático”.

Los puntos más polémicos son:

– Se convierte en delito lo que ellos llaman “la apología del franquismo”. Lo que no entendemos es por qué se comportan así únicamente con ese periodo de la historia de España y no con cualquier otro. Pero lo cierto es que a partir de ahora si dices que en España pasaron cosas buenas entre el año 39 y el año 75 serás un delincuente. Si dices que en esa época España dio el mayor salto adelante social y económico de su historia y que pasó de ser un país casi tercermundista a ser potencia económica mundial, entre otros muchos méritos, serás un criminal. Se condena el “golpe de Estado” del 18 de julio del 36, mientras se aplauden el golpe de Estado del 14 de abril del 31, ya que hubo un cambio de régimen partiendo de unas simples elecciones municipales, se aplaude el golpe de Estado realizado por el PSOE y los separatistas catalanes en octubre del 34 y también se aplaude el golpe de Estado desde el gobierno que se estaba dando en la primavera del 36, cuando el Frente Popular asesinó a cientos de opositores políticos culminando el 12 de julio con el asesinato del principal líder de la oposición: Calvo Sotelo. Contra todo este golpe contra la legalidad y contra España es por lo que el general Franco (y media España con él) dio su propio contragolpe el 18 de julio.

– Se pretende cambiar la enseñanza de la guerra civil y de la “dictadura” en los libros de enseñanza, en los que se adoctrinará a los niños y a los jóvenes en el antifranquismo y en el antifascismo, algo que de hecho ya se viene haciendo desde hace décadas. Muy oportuno, ahora que el plan globalista y de la Agenda 2030 es la deuda perpetua, que “no tengamos nada y seamos felices”, que no tengamos casa, ni hijos, ni familia ni trabajo estable, es muy conveniente que los jóvenes que tienen ese aterrador futuro no sepan que no hace mucho tiempo en España no había apenas deuda e impuestos, podías comprar un piso en propiedad en pocos años, tenías acceso a trabajos estables y con futuro y que a una edad relativamente temprana ya tenías una familia numerosa.

Ahora, como siempre, los derechoides liberales (anticomunistas, pero también antifranquistas y antifascistas, no se olvide) se llevarán las manos a la cabeza, pero son los mismos que durante años han callado ante las estúpidas y anticonstitucionales «leyes del odio» y ante otras leyes calcadas pero referidas a la Segunda Guerra Mundial en lugar de a nuestra Guerra Civil ¿qué decían los derechistas cuando se cerraban librerías que contaban una versión alternativa de la Segunda Guerra Mundial o cuando una anciana alemana de 90 años ingresaba en prisión por no creerse la versión oficial del supuesto Holocausto? nada, aplaudían. Pues ahora les va a tocar a ellos.

– Desmantelar el Valle de los Caídos, la mayor obra arquitectónica y, sobre todo, simbólica, del Régimen Nacional, en especial su gran Cruz.

Y más que les tocará, porque al igual que hizo el gobierno masónico de la Segunda República con su Ley de Defensa de la República, nos vemos venir muy pronto otra ley que hará directamente ilegal cualquier crítica al masónico Régimen del 78, ese que según muchos bobos es “la continuación del franquismo” cuando en realidad fue una creación de sus peores enemigos y ha estado desmantelando todo aquel Régimen y sus logros durante los últimos 40 años.

Esta ley es la última venganza masónica contra el general Franco por haberles impedido desguazar y vender España al extranjero tal y como tenían previsto hacer en el año 36. Por desgracia, en el año 78 retomaron de nuevo el proyecto. Y así hasta hoy.

ff