Que la actividad humana tenga es normal porque somos 7500 millones de personas, que además haya una parte de calentamiento propio del planeta por causas endógenas, también. Pero también os puedo decir que es un lucrativo negocio donde algunos se inflan de subvenciones. Nos dan tanto la matraca desde las TV del establishment porque las empresas de tecnología verde son empresas europeas. Entre ellas la española Abengoa. Lo que he aprendido en 48 años de existencia propia en este planeta es que el sistema nada lo hace gratis.
Recuerdan cuando cada vez que usábamos una bolsa de plástico nos sentíamos culpables recordando aquellas Cumbres y todo tipo de OONGG que mostraban las bolsas acumuladas en el océano, pobres peces. Las bolsas allí siguen, era más barato limpiarlas, pero nadie las ha limpiado. Mientras estábamos distraídos, sintiéndonos culpables por aquellos peces atrapados en nuestra bolsa de plástico, comenzaban las guerras intestinas por el petróleo y los movimientos sísmicos que ocasionaban las nuevas técnicas de extracción. Ahora que ya se nos han olvidado los peces y nos hemos acostumbrado a las guerras y los terremotos, toca no respirar para que no se caliente el planeta.
¿Qué está ocurriendo mientras estas Cumbres y OONGG nos hacen sentir culpables por respirar?
Otra especulación feroz y sin límite, en este caso tecnológica. Las plataformas digitales que usamos, que además guardan infinidad de datos, se soportan en gigantescas plantas de servidores conectadas directamente a centrales eléctricas, imaginen el calor que desprenden, y enormes basureros en Africa donde van a parar los dispositivos electrónicos que con tanta alegría se nos quedan obsoletos a todos los millones de habitantes del planeta, hace años que pusieron especies de animales en riesgo de extinción, imaginen las dimensiones actuales.
Por ejemplo, todas las plataformas sociales que usamos por Internet mueren de éxito. Llega un momento en que el coste eléctrico para mantenerlas supera el beneficio por alto que sea. Las clásicas murieron hace años, ahora son recolectores de datos financiados directa o indirectamente por Estados, con dinero público. Los beneficios, inferiores al gasto, son privados y esta dupla, financiación pública y beneficio privado, es lo que hace que crezca la especulación/corrupción a velocidad de vértigo, sin tiempo para optimizar ni hacer sostenible nada. Por no hablar del armamento y su industria descontrolada, será que no emite calor… El calor es como las bolsas de plástico, un símbolo de distracción, mientras los especuladores y corruptos corren adelante arrasando lo que haga falta mirando solo su bolsillo, no vaya a ser que se termine el chollo. Lo que sobra no es la gente que respira, son los yonquis de la especulación que ha creado la hegemonía especulativa. La hegemonía no puede continuar en las mismas manos.
¿Han oído esto de «vamos a poner España al nivel tecnológico que le corresponde»? Cuenten con moles de servidores sin control o, si me apuran, un basurero, ambos de empresas extranjeras. La electricidad la pagaremos los españoles, el beneficio se lo llevará algún comisionista y sus secuaces que crearán algunas empresas chiringuito para repartirse el botín. En España no hay talento para crear alta tecnología digital, entre otras cosas porque el régimen corrupto ve a la gente que piensa como una amenaza y la echan de una forma u otra. Eso sí, nos bombardearán los medios con un montón de ‘cum fraudes’, físicos y jurídicos, para disimular el tinglado. Mientras, ustedes no respiren que es malo y reprendan al que respire más de la cuenta.
Abengoa lo tienen de cajón de sastre. Es una contrata que subcontrata contratas que a su vez subcontratan otras contratas. Un chiringuito que ya ha estado en concurso de acreedores.
Que la actividad humana tenga es normal porque somos 7500 millones de personas, que además haya una parte de calentamiento propio del planeta por causas endógenas, también. Pero también os puedo decir que es un lucrativo negocio donde algunos se inflan de subvenciones. Nos dan tanto la matraca desde las TV del establishment porque las empresas de tecnología verde son empresas europeas. Entre ellas la española Abengoa. Lo que he aprendido en 48 años de existencia propia en este planeta es que el sistema nada lo hace gratis.
Recuerdan cuando cada vez que usábamos una bolsa de plástico nos sentíamos culpables recordando aquellas Cumbres y todo tipo de OONGG que mostraban las bolsas acumuladas en el océano, pobres peces. Las bolsas allí siguen, era más barato limpiarlas, pero nadie las ha limpiado. Mientras estábamos distraídos, sintiéndonos culpables por aquellos peces atrapados en nuestra bolsa de plástico, comenzaban las guerras intestinas por el petróleo y los movimientos sísmicos que ocasionaban las nuevas técnicas de extracción. Ahora que ya se nos han olvidado los peces y nos hemos acostumbrado a las guerras y los terremotos, toca no respirar para que no se caliente el planeta.
¿Qué está ocurriendo mientras estas Cumbres y OONGG nos hacen sentir culpables por respirar?
Otra especulación feroz y sin límite, en este caso tecnológica. Las plataformas digitales que usamos, que además guardan infinidad de datos, se soportan en gigantescas plantas de servidores conectadas directamente a centrales eléctricas, imaginen el calor que desprenden, y enormes basureros en Africa donde van a parar los dispositivos electrónicos que con tanta alegría se nos quedan obsoletos a todos los millones de habitantes del planeta, hace años que pusieron especies de animales en riesgo de extinción, imaginen las dimensiones actuales.
Por ejemplo, todas las plataformas sociales que usamos por Internet mueren de éxito. Llega un momento en que el coste eléctrico para mantenerlas supera el beneficio por alto que sea. Las clásicas murieron hace años, ahora son recolectores de datos financiados directa o indirectamente por Estados, con dinero público. Los beneficios, inferiores al gasto, son privados y esta dupla, financiación pública y beneficio privado, es lo que hace que crezca la especulación/corrupción a velocidad de vértigo, sin tiempo para optimizar ni hacer sostenible nada. Por no hablar del armamento y su industria descontrolada, será que no emite calor… El calor es como las bolsas de plástico, un símbolo de distracción, mientras los especuladores y corruptos corren adelante arrasando lo que haga falta mirando solo su bolsillo, no vaya a ser que se termine el chollo. Lo que sobra no es la gente que respira, son los yonquis de la especulación que ha creado la hegemonía especulativa. La hegemonía no puede continuar en las mismas manos.
¿Han oído esto de «vamos a poner España al nivel tecnológico que le corresponde»? Cuenten con moles de servidores sin control o, si me apuran, un basurero, ambos de empresas extranjeras. La electricidad la pagaremos los españoles, el beneficio se lo llevará algún comisionista y sus secuaces que crearán algunas empresas chiringuito para repartirse el botín. En España no hay talento para crear alta tecnología digital, entre otras cosas porque el régimen corrupto ve a la gente que piensa como una amenaza y la echan de una forma u otra. Eso sí, nos bombardearán los medios con un montón de ‘cum fraudes’, físicos y jurídicos, para disimular el tinglado. Mientras, ustedes no respiren que es malo y reprendan al que respire más de la cuenta.
Abengoa lo tienen de cajón de sastre. Es una contrata que subcontrata contratas que a su vez subcontratan otras contratas. Un chiringuito que ya ha estado en concurso de acreedores.